Los dueños de los edificios de Gaudí se unen para promocionar su obra

BARCELONA- Dos meses antes de que Antoni Gaudí recibiera el encargo de construir la Sagrada Familia, el arquitecto levantaba en Mataró su primera construcción, una nave de blanqueo de algodón que puede considerarse el kilómetro 0 de su obra. Su innovaciones estructurales, con la aplicación del arco parabólico, serían pieza clave en todas sus famosas construcciones posteriores. Hace 130 años de aquel día y después de décadas de olvido, el Ayuntamiento de Mataró quiere devolverle su justo valor con un año de actividades que incluyen la firma de un manifiesto que une por primera vez a todos los propietarios, públicos y privados, de los edificios abiertos al público diseñados por Gaudí.

Firma simbólica

Este sábado, los 16 dueños de las grandes construcciones gaudinianas firmarán un manifiesto que los unirá para luchar por la defensa del legado del arquitecto y potenciar su difusión y estudio. Representantes de la Pedrera, la Casa Batlló, el Park Güell, la Sagrada Familia o el Col·legi de les Teresianas, entre otros, se comprometerán a mantener y mejorar el patrimonio. «Hemos logrado hermanar a todo el mundo gaudiniano vivo. Los propietarios de los edificios son muy conscientes de que estas obras no son un patrimonio propio, sino patrimonio de la humanidad», aseguró ayer Damiel Giralt-Miracle, comisario de las actividades del año bautizado como «Gaudí Mataró 130».

Nunca antes se había conseguido reunir una representación tan importante y significativa de la obra de Gaudí. Ni siquiera en 2002, cuando el Ayuntamiento de Barcelona promovió el Año Gaudí, se consiguió poner de acuerdo al conjunto de propietarios. «Han pasado diez años y ya no hay ninguna duda de la significación dentro de la cultura y la arquitectura de la obra gaudiniana dentro de la tradición catalana e internacional», afirmó Ferran Mascarell, conseller de Cultura de la Genera-litat, que apoya el proyecto junto a la Obra Social de La Caixa.

El año constará de una serie de conferencias, talleres, publicaciones y una exposición fotográfica, con obras de Francesc Català-Roca, Joaquim Gomis o Ramon Manent, para poner en valor la primera construcción del arquitecto catalán. «Tenemos la exigencia de divulgar Gaudí no como parque temático, sino como una cima de la cultura, inteligencia y sensibilidad», señaló Mascarell.

La nave es actualmente la sede de la Coleccón Bassat de pintura, una de los fondos más representativos del arte catalán de la segunda mitad del siglo XX.