Cataluña
Los empresarios instan a Mas a enterrar vías unilaterales
El president desoye la propuesta y pide a Rajoy que le dé una alternativa.
Hace un par de días, cuando Ada Colau aún no había cuestionado las subvenciones a la Fórmula 1, el presidente del Círculo de Economía, Anton Costas, exponía que tenía más miedo de las consecuencias de la independencia de Cataluña que de la gestión de la ciudad en manos de un gobierno de izquierdas. Ayer, en las jornadas anuales del Círculo de Economía en Sitges, trasladó a Artur Mas, en persona, su temor por que la secesión dé al traste con la incipiente recuperación económica. «Con las reformas necesarias, este país saldrá adelante como un cohete porque tenemos fundamentos sólidos», auguraba Costas.
Esta XXXI edición, que lleva por nombre «Para consolidar la recuperación económica», después de siete años de crisis y datos descorazonadores, debía inyectar optimismo a la sociedad. El mismo Mas expuso una lluvia de datos para sonreír, que si Cataluña lleva ocho meses de crecimiento seguidos o que si «somos más eficientes porque se han hacen más operaciones quirúrgicas y se dan más becas comedor con 5.000 millones menos de prespuesto». El president de la Generalitat no perdió la ocasión de sacar pecho ante España, porque aunque debía ser un encuentro más relajado, ahora que la economía ofrece más que brotes verdes, los empresarios se mostraron inquietos ante el 27-S.
Costas instó a Mas a repensar la convocatoria de unas elecciones en clave plebiscitaria. Con un tono conciliador, alertó de que las soluciones unilaterales para dar respuesta al problema catalán, que «existe y debe afrontarse para que no se enquiste», pueden acabar en frustración. Le pidió que pusiera sobre la mesa una alternativa que concilie las aspiraciones de todos catalanes. Y para facilitarle el trabajo le expuso una propuesta del Círculo de Economía para que debata con el Gobierno, que aboga por pactar competencias exclusivas en lengua, educación y cultura, atar un nuevo sistema de financiación que ponga coto a la solidaridad e incluya al País Vasco y Navarra, así como celebrar una consulta para que los catalanes den su visto bueno a un eventual acuerdo.
Mas siempre ha dicho que toda propuesta alternativa a su plan soberanista que venga del Estado debería someterse a un referéndum. Pero ni con esta concesión, los empresarios lograron que el president de la Generalitat pensara en abandonar su plan. Alegó que en CiU se han cansado de ejercer la política de «peix al cove» (pájaro en mano) durante 30 años y trasladó la responsabilidad de mover ficha a Mariano Rajoy, que mañana clausura estas jornadas y tendrá la ocasión de responder.
Aunque las autonómicas son dentro de cuatro meses, Mas avisó de que el Estado está a tiempo de tener iniciativa política para proponer una solución al pleito catalán. El president de la Generalitat rechaza que su proyecto soberanista haya pasado factura a CiU en las municipales, porque el resultado en Barcelona y Madrid ha sido parejo. En cualquier caso, Costas le invitó a reflexionar sobre la irrupción de partidos emergentes. Pidió reformas para atajar la corrupción porque «no se pueden pedir esfuerzos a la sociedad como los que se han pedido y tener esta lacra», también pidió la democratización de los partidos, así como abordar las desigualdades sociales.
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