Cataluña
Los festivales de música temen a los vecinos
El TSJC quitó la licencia del Nowa Reggae por la denuncia de un vecino y representantes y promotores musicales temen que esto genere un peligroso precendente
La música en directo y el descanso de los vecinos tienen un nuevo frente abierto. En Vilanova i la Geltrú, junto a su faro, hay una pequeña calle rodeada de chalets con privilegiadas vistas al mar. Es un espacio tranquilo, en el que domina el silencio, y lo máximo que ocurre es que la gente aparque para ir a la playa. Una de estas casas es propiedad del ayuntamiento, que tuvo la genial idea de ceder en verano a promotores musicales el espacio para realizar festivales, la actividad cultural favorita de esas fechas. No hay muchos vecinos, debieron pensar, la molestia será mínima. Allí se realizaba el añorado Faraday Festival y después el Nowa Reggae. Aunque se quería dotar de la etiqueta de excepción para otorgar las licencias, lo cierto es que, al ser un acontecimiento anual, no parecía cumplir ese contexto.
Como cualquier festival, primero había pruebas de sonido a partir del mediodía. A primera hora de la tarde comenzaban los conciertos, que podía divertir a los pocos vecinos de la zona. Pero en la madrugada llegaban los dj y entonces el sonido parecía convertirse en el hundimiento del Hindenburg. Al menos para los que a esa hora pretendían dormir. Podía ser pocos, pero también tienen sus derechos, creían ellos. Lo cierto es que, durante esos dos días, los vecinos no tenían posibilidad de descansar. Y así lo denunció un matrimonio residente en la zona.
El TSJC acabó por aceptar la denuncia y ha quitado la licencia al Nowa Reggae, que no podrá volver a utilizar esa ubicación para realizar su festival. Además, también se ha negado la licencia a la fiesta de presentación del otro gran festival de Vilanova, el Vida. Además, la sentencia admitía una compensación de 3.000 euros al matrimonio.
Lo que podría ser una anécdota ha levantado polvareda en el sector. No es el único festival que está cerca de zonas residenciales, lo que, con el precedente del Nowa Reggae, podría haber un efecto llamada que pudiese levantar otras denuncias similares. El problema que ha tenido, por ejemplo, Barcelona para proteger la música en directo podría tener un nuevo espacio de polémica.
La ARC, entidad que aglutina a representantes y promotores musicales de Cataluña, criticó con énfasis la resolución con el miedo en el cuerpo. «Esta sentencia da pie a que otros vecinos o asociaciones de otras poblaciones puedan hacer lo mismo y pongan en peligro la ubicación de otros festivales de Cataluña», adujeron en un comunicado.
De esta forma, cualquier concierto que exceda los volúmenes marcados por la ley y que se celebre fuera de la programación de fiestas tradicionales, como la fiesta mayor, podría entrar en conflicto con dicha sentencia, con lo que, según la ARC, pone en estado de alerta a todos los ayuntamientos de Cataluña, sobre todo en verano. La asociación sigue pidiendo que un concierto sea considerado un hecho cultural y no de entretenimiento.
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