Mossos d'Esquadra
Los Mossos piden al conseller de Interior que no les exponga a imputaciones
Sindicatos policiales desean una etapa de estabilidad con la titularidad de Buch en la conselleria
Los sindicatos de los Mossos d'Esquadra pidieron recientemente al conseller de Interior, Miquel Buch, que abra una etapa de «estabilidad» que permita recuperar la «normalidad institucional» en el cuerpo y que no tome decisiones políticas que les expongan a acabar imputados.
Los sindicatos de los Mossos d'Esquadra pidieron recientemente al conseller de Interior, Miquel Buch, que abra una etapa de «estabilidad» que permita recuperar la «normalidad institucional» en el cuerpo y que no tome decisiones políticas que les expongan a acabar imputados. Tras siete meses intervenidos en aplicación del artículo 155 de la Constitución, la Policía Autonómica vuelve a depender políticamente del gobierno catalán, tras la toma de posesión de los nuevos consellers del ejecutivo de Quim Torra, que designó en Interior a Buch, ex alcalde de Premià de Mar y ex presidente de la Asociación Catalana de Municipios y Comarcas (ACM).
Con el ex conseller de Interior Joaquim Forn, encarcelado por rebelión y malversación, y el ex jefe de los Mossos d'Esquadra Josep Lluís Trapero, imputado por sedición por el papel de la policía catalana durante las protestas por el registro de la sede de Economía del 20-S y durante el referéndum ilegal del 1–O, Buch asume ahora una de las carteras clave de la nueva legislatura en Cataluña.
El portavoz de la Federación de Profesionales de la Seguridad Pública (Fepol), Valentín Anadón, dijo hace semanas que solicita a Buch que abra una etapa de «estabilidad» en el cuerpo para recuperar lo antes posible la «normalidad institucional», para lo que también vio una «buena noticia» el fin de la aplicación del artículo 155 de la Constitución.
Por su parte, el portavoz del Sindicato de Policías de Cataluña (SPC), David Miquel, afirmó también hace semanas que esperan y desean que Buch no tome «decisiones políticas ni órdenes que acaben con compañeros imputados ante un tribunal», como han visto hasta ahora, ya que varios juzgados mantienen investigados a agentes de la policía catalana por supuesta pasividad durante el 1–O.
En la misma línea, el portavoz del Sindicato de Mossos d'Esquadra (SME), Antoni Castejón, pidió recientemente a Buch que aleje a la policía «del foco de la política» y que facilite que los agentes puedan recuperar derechos y condiciones laborales perdidos o paralizados, como pagas, planes de formación o promociones.
En nombre del Uspac, su portavoz, Josep Miquel Milagros, indicó que espera que el nuevo conseller de Interior «deje de utilizar a los Mossos a nivel político», que recupere la negociación colectiva y destituya a la subdirectora de Recursos Humanos, a la que ven «incapaz» de ofrecer cualquier proceso de negociación para revertir las «precarias» condiciones laborales de los agentes.
Tras la activación del artículo 155, después de que el Parlament votase el 27 de octubre pasado la declaración de independencia, el Gobierno destituyó al mayor Josep Lluís Trapero, imputado por la Audiencia Nacional por sedición, y situó al frente de los Mossos d'Esquadra al comisario Ferran López.
Paralelamente, el control político de la conselleria y de la Policía Autonómica quedó en manos de Juan Antonio Puigserver, secretario general técnico del Ministerio del Interior, que abandonó su despacho en el departamento de Interior tras la investidura de Torra como president de la Generalitat.
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