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Luisgé Martín y los estragos de negar quién eres

En «El amor del revés», el escritor habla de sus problemas para aceptar su homosexualidad.

Luisgé Martín gana el Premio Herralde de Novela con "Cien Noches"
Luisgé Martín gana el Premio Herralde de Novela con "Cien Noches"larazon

En «El amor del revés», el escritor habla de sus problemas para aceptar su homosexualidad.

La identidad es una sujeción psicológica de la personalidad que nos trasforma de objetos a sujetos. Es decir, la identidad propia es muy importante. Quien la niegue renuncia a su propio sujeto, lo que le convierte en un objeto maleable definido por todo el mundo salvo uno mismo, sin ningún sentido ni fin. Quién renuncia a sujetar su personalidad sufrirá, no hay duda. A los 15 años, el escritor Luisgé Martín supo que era homosexual, pero se juró a sí mismo que nadie lo sabría nunca. Estamos hablando de finales de los 70, cuando la homofobia rugía con fuerza. Sin sujeto al que aferrarse, su sufrimiento no dejó de crecer, el mismo sufrimiento que padecieron muchos como él, que se negaron a ser quienes eran por temor, por venrgüenza, por múltiples razones. Martín perdió así su juventud, hasta que decidió que su vida sólo le pertenecía a él y valía la pena volver a la luz.

El escritor se desnuda por completo y hace su propia crónica de su vida sentimental en «El amor del revés» (Anagrama), texto autobiográfico en el que Martín rememora aquellos años difíciles y cómo consiguió dar la vuelta a su situación. Incluso se casó en 2006. ¿Demasiado tarde? «Hay un punto en mi vida en que ni siquiera yo me creo cómo de jodidas estaban las cosas. Espero que dentro de unos años se lea el libro y se asombren por lo que muchos llegaban a hacer para ocultar su condición sexual», comenta el escritor.

Sin miedo a desnudarse y descubrir todos sus inconfesables pecados y debilidades, el texto se adentra dentro de una vida sin intimidad real y cómo protagonizará la metamorfosis inversa de la cucaracha de Kafka, convirtiéndose en ser humano. «Es el libro de mi vida en los dos sentidos de la palabra. Lo he escrito con una felicidad literaria y entrega personal que difícilmente se volverá a repetir», asegura el escritor.