Barcelona
Mas acusa al Estado de azuzar el miedo
Endurece el tono para satisfacer a una ERC que puede entrar en el Govern. «Si la gente vota libertad, Cataluña será libre», afirma en el «Día del partido»
Endurece el tono para satisfacer a una ERC que puede entrar en el Govern. «Si la gente vota libertad, Cataluña será libre», afirma en el «Día del partido»
Convergència Democràtica de Catalunya celebraba ayer en Igualada (Barcelona) el «Día del partido», una actividad festiva para poner el broche a la semana del debate de política general. Pese al carácter lúdico de su particular «Alberdi Eguna», Artur Mas optó por recuperar el tono beligante que había rebajado las últimas semanas tras conocerse su último encuentro con Mariano Rajoy y advirtió de «la campaña del miedo en el Estado español para hacer ver a la gente de Cataluña que según qué hagamos y según qué proyectos o qué sueños, quedaremos fuera de esta Europa». El president pidió a los 15.000 militantes y simpatizantes reunidos en Igualada, según cifras difundidas por la formación, que «no hagáis caso de lo que oigáis. Europa sabe muy bien que las fronteras son el pasado».
Europa se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para sus planes separatistas, especialmente desde que el vicepresidente de la Comisión Europea, Joaquín Almunia, dejó muy claro el pasado 16 de septiembre en Barcelona que «la parte segregada no es miembro de la Unión Europea» al ser preguntado por la eventual independencia de Cataluña. Hoy Mas realiza su séptimo viaje a la capital comunitaria desde que está al frente de la Generalitat. Seguirá sin entrevistarse con el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso, con el que ha intentado verse tres veces, y tampoco se reunirá con el presidente del Consejo de la Unión Europea, el belga Herman Van Rompuy.
Europa, ¿presente y futuro?
El líder de Convergència, al que acompañaba la cúpula del partido, quiso tirar de épica para tratar de convencer a los mandatarios europeos a la vez que arengar a los suyos a trabajar para celebrar la consulta en 2014 porque «tenemos leyes para hacerlo y tenemos el compromiso de hacerlo». Una vez convocada, «Cataluña tendrá que salir de su casa para ir a votar y lo deberá hacer con plena conciencia», argumentó antes de opinar que «si ese día hay una mayoría clara del pueblo catalán que vota la libertad, Cataluña será libre». Para Mas, «libres no quiere decir aislados (...) nuestro norte se llama Europa, es nuestro presente y es nuestra realidad desde hace muchos siglos».
El president tiene puesta la directa en la preparación de la consulta, cuya campaña de movilización parece haber comenzado, y reafirma su compromiso con sus socios de ERC, cada vez más cerca de entrar en el Govern. En su discurso no fueron gratuitos ni los guiños a las instituciones europeas para tratar de dar una imagen de normalidad en el proceso separatista, ni la versión más dura de los ataques al Estado al que cortejaba en favor del diálogo.
Mas apeló a «la Europa que no sólo se fija en el poder de los Estados» que se ponga a «observar con detenimiento y con mucho interés el movimiento democrático más fuerte, más pacífico y más ilusionante que en este momento hay en el conjunto del mapa europeo, que es el movimiento de la libertad de Cataluña». Quiso poner de manifiesto que lo suyo no es «levantar fronteras» sino que una vez más estamos ante «la incomprensión y la intolerancia de aquellos que levantan muros para que Cataluña no pueda desarrollarse con normalidad desde el punto de vista de su idioma propio, que no es otro que el catalán».
A su juicio, lo que han hecho toda la vida Convergència y las formaciones «catalanistas» es «en lugar de levantar muros, barreras y fronteras con el Estado español ha sido construir puentes de diálogo, de convivencia, para hablar y dialogar, para negociar y pactar, y para ayudar o ayudarnos mutuamente». En cambio, en España «nos quieren arrodillados, nos quieren, pero siempre obedientes; nos quieren, pero sin discutir lo que representa el conjunto del Estado y renunciando a aquello que es nuestro como la lengua; y nos quieren porque a través de producir y de "currar"ayudamos y lo hemos hecho de buen grado a todo el conjunto».
El PSC, en el punto de mira
- El desmarque del PSC en la resolución para llevar al Congreso la consulta le ha dolido a Mas. El president dijo que no es una «traición» no haber aprobado la resolución que tenían pactada porque «lo que habría sido una tradición es no mirar lejos, no mirar adelante, y no setar a la altura de la gente que salidó en la Diada.
- Unió también se desmarcó del PSC, y desde el «Alberdi Eguna» del PNV Ramon Espadaler aseguró que la «tercera vía» que defiende Duran Lleida no es la España federal de los socialistas.
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