Mas alerta de que el soberanismo necesita «mayorías más amplias»

En la Historia Interminable, el Reino de Fantasía desaparece a la misma velocidad que las personas pierden la capacidad de imaginar. Aunque los dragones voladores de color blanco sólo existan en Fantasía, los soberanistas parecen haber tomado nota de la lección de Michael Ende, autor de la historia, y echándole imaginación prueban a ver si consiguen deshacerse de uno de los principales problemas que tienen a base de ignorarlo. Ese problema es no lograr ampliar la base del soberanismo.

Artur Mas, que echaba de menos dirigirse a los catalanes, publicó ayer un artículo en «La Vanguardia», donde admite que una de las debilidades del soberanismo es que le harán falta mayorías más amplias. Alerta al final del texto, con una sola frase, sin ahondar en el problema. Ni una palabra del último barómetro del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat que alerta de que los soberanistas no alcanzarían el 50 % de los votos, sino de que podrían perder la mayoría absoluta que Junts pel Sí y la CUP ostentan en el Parlament de Cataluña.

Carles Puigdemont también ignora el problema. Aunque en su discurso de investidura admitió que los independentistas ganaron las elecciones del 27-S, pero perdieron el plebiscito –se quedaron a 2,2 puntos de alcanzar el 50 por ciento de los votos–, matizó que este legistatura no habría una declaración unilateral de independencia. Pese a que el foco mediático está puesto en si los soberanistas desarrollan las tres leyes de ruptura –la ley de administración tributaria, la de régimen jurídico catalán y la de protección social–, lo que debería ocupar y preocupar al soberanismo es ampliar la base social.

En su artículo, Mas señala que para ello hace falta «más astucia que fuerza, más rigor que gesticulación, buena administración de los tiempos y mejor unidad de acción». Todo un mensaje para la CUP. Para sumar adeptos al proyecto insiste en que «la mayoría de los catalanes nos hubiéramos sentido más cómodos en una España plurinacional», pero el Estado carece de proyecto.

Registradores de la propiedad en riesgo

El decano de los Registradores de la Propiedad de Cataluña, Luis Suárez, cree que las 53 oficinas liquidadoras de los registradores catalanas y las dos de apoyo a la Agencia Tributaria Cataluña están «en peligro» por el plan de la Generalitat de reforzar las oficinas propias. En una entrevista con Efe, pide al Govern que se «replantee» su decisión de poner fin al convenio por el cual los registradores ayudan a liquidar los impuestos cedidos: Transmisiones Patrimoniales, y Sucesiones y Donaciones.