Barcelona

Mas asistirá al Foro del Mediterráneo pero se marchará sin escuchar a Rajoy

Artur Mas ironiza en un acto de la Cámara de Comercio de Barcelona que le dejen intervenir con un discurso
Artur Mas ironiza en un acto de la Cámara de Comercio de Barcelona que le dejen intervenir con un discursolarazon

Anfitrión era el rey de Tebas, un hombre tan espléndido en sus banquetes que dio nombre a la «persona que recibe en su casa a invitados», según explica el diccionario de la RAE. A Artur Mas le tocaba ejercer hoy de anfitrión, porque acoge a los ministros de exteriores que participan en el Foro Económico 5+5 del Mediterráneo Occidental. Lo de 5+5 se refiere a los diez países de la ribera norte y sur del Mediterráneo que asisten al encuentro (España, Francia, Italia, Portugal, Marruecos, Túnez, Mauritania, Libia, Argelia y Malta). Pero aunque el acto es en Barcelona y se celebrará en el Palacio de Pedralbes, que es propiedad de la Generalitat, Mas no será la mitad de espléndido que el rey griego. Recibirá a los participantes, los saludará y luego se irá.

No se quedará a escuchar la intervención de Mariano Rajoy, con el que quedará inaugurada la cumbre mediterránea. Y no lo hará para protestar porque el Gobierno no le deja hablar «tres minutos» en el acto de apertura para saludar a los invitados.

Estrategia contra el proceso

El portavoz del Govern, Francesc Homs, denunció ayer que es un «error» que los servicios de Protocolo del Palacio de la Moncloa no dejen intervenir a Mas cuando la Generalitat lleva participando en la organización del encuentro desde el pasado 5 de julio. Y cuando, además, entre los organizadores está el IEMed, que también preside Mas.

Homs alegó que como el president de la Generalitat no interviene, no valía la pena cambiar el orden del día del pleno del Parlament, así que tras saludar a los asistentes, Mas partirá a la sesión de control parlamentaria, que se ha retrasado una hora. El pleno empezará a las 10.30 horas, momento en que está previsto que intervenga Rajoy.

Homs insinuó que la decisión del Gobierno forma parte de su estrategia para torpedear el proceso soberanista. «Nos podrán imponer muchas cosas, pero no que el pueblo catalán calle», exclamó en tono dramático. Y añadió que está «disgustado» porque «alguien presentará esto como un enfrentamiento».

Pero el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, no le siguió el juego y se limitó explicar el contenido de las cartas que se ha intercambiado con Homs para negociar la asistencia de Mas al acto. En la primera, que el Govern envió el pasado 15 de octubre, la Generalitat pedía «acompañar» a Rajoy en el foro. El ministro gestionó la invitación. Pero el martes, a las 22.30 horas, recibió otra carta donde planteaba, «por primera vez, formalmente, una intervención del president». Margallo respondió ayer que «la sugerencia no fue bien acogida», entre otras cosas, porque «el programa está cerrado». La explicación no convenció a la ANC, los organizadores de la Vía Catalana, que rodearán el Palau de Pedralbes como protesta. Un gesto que Homs evitó censurar.