Mas-Colell se niega a cumplir el déficit si el Gobierno no lo rebaja

La Generalitat sigue enredando la madeja con los presupuestos de este año. Al conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, no le tiemblan las piernas al mantener unos presupuestos prorrogados pese a la delicada situación de las arcas públicas. De hecho, ayer volvió a esquivar esta cuestión durante su comparecencia parlamentaria. Mas-Colell prefirió achacar todos los males de la tesorería catalana al Gobierno, no sin antes rebajar su cálculo sobre el déficit de la Generalitat de 2012 al 2 por ciento, medio punto por encima de los objetivos marcados por el Ministerio de Economía. Los presupuestos tuvieron que ser prorrogados al adelantarse las elecciones autonómicas catalanas al pasado 25 de noviembre, lo que hizo imposible que se aprobasen las cuentas públicas para 2013.

El objetivo de la Generalitat no es otro que dilatar la presentación de las cuentas a la espera de una flexibilización del déficit desde Bruselas. Es decir, que la UE rebaje los objetivos a España y que el Gobierno, a su vez, haga lo propio con las autonomías. De no ser así, el conseller amenazó con saltarse a la torera el déficit del 0,7 por ciento marcado para este año.

«El 0,7 por ciento es injusto y arbitrario, y no nos resignamos; un presupuesto con el 0,7 por ciento es monstruoso y no sé cómo hacerlo». Por ello, confió en que «el sentido común prevalezca», «los objetivos de las autonomías ahora no tienen pies ni cabeza, y la única explicación racional es la distribución arbitraria del Gobierno central», apuntó. En vísperas de que la Comisión Europea decida si da más margen a España en el cumplimiento del déficit, Mas-Colell comentó que si Bruselas permitiera a España un déficit total del 6 por ciento este año, «las autonomías deberían tener un tope del 2,1 por ciento».

Mas-Colell hizo recuento de lo que, a su juicio, son incumplimientos de pagos del Gobierno, como la disposición adicional tercera del Estatut y la aplicación de nuevas cargas como el IVA, y añadió que la postura del Gobierno es «una muestra de espectacular miopía política», ya que «ni hace ni deja hacer».

Déficit

El conseller admitió que el déficit de la Generalitat del año pasado, que inicialmente estimó en el 2,3 por ciento del PIB, se cerrará finalmente en torno al 2 por ciento. Cada décima del déficit es de aproximadamente 200 millones de euros, por lo que la desviación total de la Generalitat, en caso de confirmarse las cifras, sería de 1.000 millones de euros. De todas formas el conseller reconoció que podría situarse «un poco por encima o un poco por debajo» del 2 por ciento.

El conseller de Economía atribuyó la nueva cifra de déficit a la evolución del proceso contable, que está acabando de englobar todo el sector público de la Generalitat y defendió que tanto antes como ahora, las cifras son las más optimistas con las que cuenta la Generalitat, a la espera de los datos que ofrezca próximamente, «en las próximas semanas, si no días», la Intervención General del Estado.

La oposición, por su parte, cargó con dureza contra la prórroga presupuestaria ya que, la Generalitat, debido al calendario parlamentario, podría llegar al verano sin cuentas. El diputado del PP, Pedro Chumillas, señaló que «no podemos estar más tiempo sin presupuestos, pensaba que hablaría aquí de cómo haría el reparto de dinero y prioridades entre los departamentos, y no lo ha hecho». «El conseller tiene la sartén por el mango, y al igual que ya ha pedido dinero por FLA de 2013, también debe tomar la decisión de presentar ya los presupuestos», añadió.

El Govern trabaja en el diseño de la hacienda propia

El conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, aseguró que uno de los objetivos de la Generalitat para esta legislatura es impulsar una hacienda propia, en cuyo diseño «ya está trabajando». El conseller se mostró abierto a reforzar la plantilla de «la nueva agencia tributaria de Cataluña» con personal excedente de otras partes de la administración catalana, tal y como propuso el diputado de ERC Pere Aragonés. El titular de Economía reiteró que el gobierno catalán quiere que la agencia tributaria catalana sea el único organismo encargado de gestionar, liquidar, inspeccionar y recaudar todos los tributos generados en Cataluña. Una hacienda propia también permitiría a la Generalitat «desplegar con intensidad y efectividad la prioridad irrenunciable de la lucha contra el fraude», se escudó el conseller de Economía.