Consejo de Ministros
Mas presume de política social tras recortar 3.134 millones
El refranero español es con toda probabilidad uno de los mayores compendios de sabiduría popular existentes. No en vano, la lengua castellana registra casi cien mil refranes. Con la fortuna de que muchos de ellos resisten imperturbables al paso del tiempo. La política, por sus estereotipos, es un terreno especialmente fértil para la aplicación de estos aforismos. Ayer, sin ir más lejos, el president de la Generalitat, Artus Mas, aprovechó un acto entre Catalunya Caixa y el propio Govern para asegurar que «las políticas con claro acento social seguirán centrando la actuación de la Generalitat». Dime de qué presumes y te diré de qué careces, reza un viejo refrán. Sucede que, desde la llegada de Mas al Palau de la Generalitat, la administración catalana ha recortado la nada despreciable cifra de 3.134 millones en políticas sociales. Es decir, en educación, sanidad y bienestar.
El acto consistía en la firma de un convenio entre la entidad bancaria y el Govern para poner en el mercado 400 viviendas de alquiler social. A lo que Mas añadió: «Continuaremos haciendo el máximo de actuaciones posibles para paliar las necesidades de la gente». Los números, sin embargo, desmienten la mayor.
Desde 2010, cuando Mas ganó las elecciones, la sanidad ha recibido el mayor ajuste en términos absolutos de todas las partidas presupuestarias. Casi 2.000 millones menos. Cabe destacar, que el oscurantismo del que ha hecho gala la Generalitat en 2013, impide conocer los detalles del recorte al dedillo. No obstante, hasta junio, el Govern se ha ahorrado 866 millones en este ámbito. O lo que es lo mismo, el 43 por ciento de los 2.000 millones que pretende recortar la administración catalana en todo 2013 y un 20 por ciento menos de presupuesto que en el mismo periodo el año anterior. Mucho más que en los años anteriores. En 2011, el ajuste de la Generalitat fue de 620 millones, mientras que en 2012, 432,7 millones.
La situación de la educación no es mucho mejor. Sin bien en términos absolutos las cifras distan mucho de las de la partida sanitaria, en términos relativos son muy similares. En 2012, mientras Sanidad supuso un gasto de 8.546 millones para las arcas públicas, en Educación fue de 4.595 millones. Aun así, los escuelas catalanas han visto como su recursos económicos caían en 388 millones en 2011, 238 millones en 2012 y 257 millones hasta junio de 2013. Unos 884 millones en total.
El presupuesto de Bienestar también disminuye a la par que la del resto de partidas sociales. El primer año de Mas se perdieron 194 millones, de 1.941 a 1.746 millones, un 10 por ciento menos. El segundo año casi consiguieron salvarse de los recortes y el ajuste fue del 1 por ciento, 18 millones menos. Este año, sin embargo, no han podido esquivar las tijeras del conseller de Economía, Andreu Mas-Colell. Las cuentas de Bienestar hasta junio han sufrido un ajuste del 14 por ciento, 106 millones menos respecto al mismo period del año anterior.
En resumidos cuentas, el año en que la Generalitat ha decidido prorrogar sus presupuestos en protesta por el maltrato al que la somete el Gobierno, coincidencias de la política, Educación, Sanidad y Bienestar han pagado el pato sin que el Govern tenga que rendir cuentas ante los catalanes. Las tres consellerias han acumulado 1.300 millones de los 2.000 que calcula la Generalitat que tiene que recortar para cumplir con los objetivos de déficit de 2013. Y eso sólo hasta junio.
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