El debate de la Lomce
Mas usa la «ley Wert» para dar alas al independentismo en Cataluña
Los dirigentes de CiU acostumbran a poner el grito en el cielo cuando observan un intento del Gobierno por invadir su marco de competencias. Cuando la amenaza se cierne sobre un tema sensible como la lengua catalana, entonces los aspavientos son todavía mayores. La reforma educativa que prepara el ministro José Ignacio Wert ha desatado protestas muy enérgicas por parte del Govern de Artur Mas porque, a su entender, es un misil contra la inmersión lingüística y, por eso, el presidente de la Generalitat no dudó ayer en vincular «las agresiones» del Gobierno al desapego de los catalanes respecto a España. «Mucha gente en Cataluña que habría hecho piña para ayudar al conjunto del Estado a tirar adelante siente en este momento una cierta desconexión emocional», aseguró Mas.
El president, por segundo día consecutivo, volvió a centrar su intervención pública en promover la rebelión contra la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) que prepara el Gobierno. «Si no doblamos la espalda no podrán subir encima nuestro», dijo Mas, parafraseando a Martin Luther King, desde Folgueroles (Barcelona), donde participó en la Fiesta Verdaguer, que se celebra cada año para conmemorar el nacimiento del célebre poeta.
Esta semana, Mas reunirá a partidos políticos y a representantes de la comunidad educativa para enviar un mensaje de rechazo a la ley Wert. «El pueblo de Cataluña no doblará la espalda, hará frente a las dificultades, las superará y logrará sus retos, y de esta manera no se le podrán subir encima», dijo.
Lo cierto es que el líder de CiU se siente cómodo en el terreno de defender «con uñas y dientes» la inmersión lingüística de las «ofensivas» del Gobierno. De ahí su facilidad para convocar cumbres de la noche a la mañana para salvaguardar la inmersión y la agilidad con que vincula el tema de la lengua en la escuela con su proyecto soberanista. «Toda esta gente que en Cataluña tiene este anhelo de libertad tiene que juntarse para que todos sepamos defender nuestros derechos fundamentales y la libertad del conjunto del pueblo», subrayó Mas.
«Que no se equivoquen, la lengua catalana es patrimonio de todos y cada uno de los catalanes y de las catalanas, de 7,5 millones de personas, y todos la defenderemos, los que llevamos apellidos catalanes y los que llevan apellidos que no son de Cataluña», añadió.
El president aprovechó el asunto para lanzar un mensaje al Gobierno sobre las aspiraciones soberanistas de los catalanes. «El Estado no quiere escuchar muy a menudo este clamor que hay en Cataluña y que pasa también por que nos dejen decidir libremente nuestro futuro», afirmó.
A la reunión de esta semana asistirán ERC, que llama a desobedecer la nueva ley de educación, así como PSC e ICV, que quieren que en la reunión se apoye a la escuela pública.
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