Navarro, criticado por pedir la abdicación del Rey, dice que se siente respaldado

A Pere Navarro no parece haberle impresionado el aluvión de críticas recibidas después de descolgarse pidiendo la abdicación del Rey en favor del Príncipe. Sus compañeros del PSOE consideraron «fuera de lugar» la petición de Navarro, pero el dirigente de los socialistas catalanes sigue en sus trece, convencido de que es una reclamación mayoritaria por parte de la sociedad. Lejos de rectificar, el primer secretario del PSC aseguró ayer que se ha sentido «muy acompañado por muchas personas», cosa que, aseguró, debería hacer reflexionar a las «estructuras de poder» que han criticado la idea. Es decir, que, en su opinión, el PSOE debería tomar nota y sumarse a su idea de una «segunda transición española» para que don Felipe tome el relevo de don Juan Carlos.

Navarro, sin embargo, no predica en el desierto en todos los temas, ya que ayer se sumó a los que critican el pacto entre Artur Mas y Oriol Junqueras debido a la creciente influencia del líder de Esquerra. «En Cataluña, cuanto más manda el señor Junqueras, más inestable es el Govern», dijo en unas declaraciones a Catalunya Ràdio para referirse a la amenaza lanzada por el líder de ERC de precipitar unas elecciones anticipadas en caso de que CiU no acepte sus planteamientos.

Navarro subrayó que mantiene una «gran preocupación» por estas advertencias y aconsejó a Junqueras que «cumpla y dé estabidad» al gobierno de Mas, ya que la legislatura catalana apenas lleva tres meses de andadura. «Hay un factor de irresponsabilidad por parte de ERC», sentenció Navarro, que, no obstante, se mostró partidario de ver cómo evoluciona la alianza con CiU, ya que teme que las amenazas de Junqueras son un simple guiño a su electorado.

En realidad, es del todo improbable que CiU y ERC rompan ahora su pacto, ya que faltan muchos puntos por desarrollar de su acuerdo y, particularmente, en relación al proceso de autodeterminación, verdadera fuerza motor del acuerdo del frente nacionalista. Navarro pidió en este sentido que el denominado derecho a decidir de los catalanes transcurra por «un camino distinto» al que posibilitará la Ley de Consultas que redactará el Parlament en ponencia conjunta.

Según Navarro, la futura Ley de Consultas «tiene que servir para convocar todo tipo de consultas», pero en el caso concreto de lo que algunos grupos proponen para ejercer el derecho a decidir «debería ir por otros caminos». «Hay que hablarlo con el Gobierno para ver qué caminos son posibles», consideró el líder del PSC, antes de considerar sobre los casos de corrupción y de espionaje político que «no deberían verse teorías de la conspiración» contra el proceso soberanista «en todas partes», tal y como sugieren insistentemente CiU y ERC.

Finalmente, el líder de los socialistas catalanes se refirió a la cumbre anticorrupción auspiciada la pasada semana por el presidente de la Generalitat y a sus 51 medidas de choque. «Son como empezar la casa por el tejado», dijo, porque , en su opinión «debería haberse reunido antes con los diferentes partidos y luego buscar el asesoramiento de forma conjunta con las diversas instituciones, pero ha sido al revés».

El PSC busca desgastar a Esquerra

ERC se ha convertido en uno de los principales adversarios del PSC en esta legislatura. Los socialistas están decididos a cortar la progresión de Esquerra. Así se entiende que Pere Navarro aconsejara a Oriol Junqueras que se preocupe de ver qué ocurrió en su partido para que pagara un sueldo a través de una de sus fundaciones al ex consejero de la Generalitat Jordi Ausàs, imputado por contrabando de tabaco.