Pasolini contra la obscenidad

El Teatro Nacional de Cataluña (TNC), dentro del programa del Grec, acoge el estreno de «Actes obscens en espai públic», del dramaturgo italiano afincado en Barcelona Davide Carnivali.

Cuando el amor se convierte en vergüenza, los rostros se agachan, se desfiguran, la fealdad arruga los cuerpos y la alegría desaparece evaporada en tempestad y violencia. Si lo que queremos, lo que deseamos, lo que ansiamos por encima de todas las cosas se transforma en imposibilidad, pues nos volvemos imposibles. Eso es la muerte porque lo que no puede ser, nunca será. El horror es lo que nunca será. Los que no aman son el horror y nadie quiere ser horroroso. Por eso, el único amor obsceno es el que no logra representarse, el que no se afirma y se celebra. Esto, que bien podría ser un canto reivindicativo del Orgullo LGTBI del pasado fin de semanal, es una de las piezas políticas principales del «Teorema» de Pasolini, autor icónico donde los haya y muy reivindicado este años en el Grec.

Si el martes se inició las representaciones de «Who is me. Pasolini», en el Mercat de les Flors, reconstrucción de un texto descubierto tras la muerte del poeta y cineasta, dirigido por Álex Rigola, ahora llega una versión modernizada y «sui generis» de «Teorema», una de las obras clave del icónico artista italiano y que ya causó revuelo y polémica 50 años atrás. ¿Volverá a hacerlo ahora?

El Teatro Nacional de Cataluña presenta del 6 al 16 de julio «Actes obscens en espai públic» a cargo del italiano afincado en Barcelona Davide Carnevali, traducido y dirigido por Albert Arribas. «En su “Teorema”, Pasolini retrató a una familia incapaz de ofrecerse verdaderamente al amor mesiánico, una experiencia de transformación radical que resultaba inconcebible desde el confort pequeño burgués. Medio siglo después, Carnevali ha entendido que acercarse al teorema pasoliniano era una forma inmejorable para cuestionarse sobre aquello que ha significado la crisis reciente y la presunta salida de ésta en la que estamos en apariencia enfrascados», señala Arribas.

Una familia en problemas

El montaje sigue la línea argumental que la célebre obra de Pier Paolo Pasolini, pero dándole una vuelta de tuerca. Una familia burguesa vive a la espera de un misterioso invitado, que según parece arrastra un intenso atractivo, ante el que todos los miembros de la familia irán cayendo, sin la posibilidad de refrendarlo verbalmente o con alguna acción por el temor que generan los demás, en una experiencia del amor que resultará obsceno. En su soledad, cada uno de los miembros de la familia se verá obligado a confrontarse con sí mismo y con las consecuencias de sus actos. «El mesías de Carnevali nos cuestiona sobre si, después de la crisis, del malestar social e individual, somos más receptivos a un tipo de amor más universal y radicalmente libre de cualquier interés o todavía estamos seducidos por la apariencia de bienestar de la sociedad de consumo», asegura Arribas.

De esta forma, Carnevali cuestiona la auténtica capacidad política transformadora del gesto artístico y la renovación de los códigos lingüísticos mediante la reapertura de la obra. Con traducción y dirección de Albert Arribas, el espectáculo está interpretado por Mònica Almirall, Màrcia Cisteró, Sílvia Delagneau, Oriol Genís, Antnia Jaume y Sergi Torrecilla, en una puesta en escena que apuesta por lo inverosímil y ridículo de lo cotidiano con apuntes irónicos, hasta surreales.