Cómic
Pequeños héroes de tinta
El dibujante Bruno Gazzoti reflexiona sobre su trabajo en la serie «Solos»
El dibujante Bruno Gazzoti reflexiona sobre su trabajo en la serie «Solos»
¿Qué pasaría si un día un grupo de niños se despertara en una ciudad vacía? ¿Qué ocurriría si cinco jóvenes fueran los supervivientes de un mundo en el que ya no hay rastro de los adultos? Ese es el muy interesante punto de partida de uno de los verdaderos fenómenos del cómic francobelga. Hablamos de «Solos», una existosa serie que firman Fabien Vehlmann (guión) y Bruno Gazzotti (dibujos) y que publica en nuestro país Dibbuks. Este último ha sido uno de los más destacados protagonistas del Salón Internacional del Cómic de Barcelona.
El dibujante habló con este diario sobre «Solos», recordando que todo empezó conociendo a Vehlmann «gracias a los guiones que él hacía para la revista “Spirou”. Trabajamos juntos en “Un futuro sin nubes” y nos quedamos con ganas de seguir, pero nos hacíamos los tímidos. Finalmente Fabien me habló que tenía una historia, en un principio pensada para otro dibujante: era “Solos”». El punto de partida era «hacer como unos Robinsones Crusoes, unos niños abandonados en una isla, pero Fabien pensó que lo indicado era una ciudad».
En «Spirou»
A Gazzotti le gusta definir estas aventuras como «el tipo de serie que me gustaría leer destinada a un público joven». «Solos» se estrenó en las páginas de la revista «Spirou» e inmediatamente impresionó a los lectores de la mítica publicación. «En aquel momento en “Spirou” solamente había series de gags, casi nada con narraciones continuadas. Desde “Solos” aparecieron aventuras».
Tanto dibujante como guionista no partieron con la idea de desmitficar el género de aventuras, aquellos relatos que parecen surgidos de la pluma de Emilio Salgari o Julio Verne. «Nuestra intención es la de dar miedo, la de preparar a una serie de niños ante un mundo que está yendo al garete. Eso es lo que nosotros contamos. Partimos de ese principio del miedo constructivo, de enfrentarse a la que se viene encima. Es algo que viene bien para el crecimiento; me refiero al hecho de tener elementos con los que enfrentarse a la realidad. Se suele olvidar demasiado lo duro que puede ser un patio de recreo. No olvidemos que tanto en Francia como en España hay incluso suicidios por problemas en la escuela». La infancia de los autores de estos cómics no fue fácil porque «no éramos los más populares en el colegio. Fabien era un chico delgaducho y alto que usó mucho el humor para defenderse. Yo era muy poca cosa y me las arreglaba con el dibujo».
Cuando se le pregunta al artista por las referencias usadas en «Solos» reconoce que puede existir algo de las novelas clásicas de aventuras, aunque le gusta citar «Soy Leyenda», el célebre relato de ciencia-ficción escrito por Richard Matheson. Pero la lista se amplía con algunos de los títulos favoritos de Vehlmann como «El señor de las moscas», «El Señor de los Anillos» e, incluso, la película «El planeta de los simios». «Hay un montón de referencias que nosotros hemos ido modernizando, las incluímos en nuestras historias con la perspectiva de sorprender al lector, como la aparición de un monolito que recuerda a “2001: Una odisea del espacio”».
«Solos» lleva diez años de andadura, produciéndose un efecto que sorprende al dibujante.: «Perdemos a los lectores adultos porque dicen que se nos va de madre la historia, pero ganamos más público infantil».
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