Política

El desafío independentista

Pujol afirma que votará «sí» a la independencia porque «no hay otra salida»

El expresidente de la Generalitat Jordi Pujol ha indicado esta noche que, si ahora mismo hubiera un referéndum de autodeterminación él votaría que "'sí' a la independencia"porque "Cataluña se encuentra en una situación que no tiene salida"sin un Estado propio dentro de Europa.

Pujol ha reiterado su apoyo a una Cataluña que se independice del Estado español en el transcurso del acto de presentación de su libro "El caminant davant del congost"(El caminante ante el desfiladero), que ya fue presentado formalmente el pasado mes de octubre de 2012.

Ha empezado su intervención recordando que "el Pujol que ahora nos aparece como independentista había sido durante muchos años 'un constructor de puentes', entre los cuales los que unen a Cataluña con España", y sin embargo, ahora ve las cosas distintas.

"No acostumbro a decir que soy independentista -ha explicado- pero sí que puedo decir que si hoy hubiese un referéndum votaría 'sí' a la independencia", porque "Cataluña se encuentra en una situación que no tiene salida"sin un Estado propio.

Al recordar su antigua apuesta por la gobernabilidad de España, Pujol ha indicado: "yo tenía más fe en España que algunos que van ahora de españoles patrioteros y que preferían volcar sus esfuerzos en perjudicar al partido contrario al suyo".

Tras recalcar que "CiU siempre contribuyó a la gobernabilidad del Estado Español", ha recordado cuando en mayo de 2010 "había el peligro de una intervención de España y resulta que el presidente (José Luis Rodríguez) Zapatero no contaba con suficiente mayoría en el Congreso para tirar adelante las medidas que exigía Bruselas".

"A pesar de que CiU tenía muchos motivos para desconfiar de Zapatero se abstuvo y posibilitó que se aprobaran, -ha añadido- mientras que el PP votó en contra, o sea que muy patriotas españoles pero fueron incapaces de votarlas y salvar a España".

A partir de 2000, la relación de España con Cataluña "empezó a evolucionar en sentido muy negativo, ha indicado, "y esto, sumado a algunos errores nuestros, de los catalanes, nos ha llevado a la situación actual tremendamente difícil".

"Antes del 23F y de la LOAPA ya nos advertían que no podíamos tener muchas esperanzas y que la Constitución no serviría para hacer lecturas favorables al autonomismo, pero el Tribunal Constitucional (TC) de aquella época frenaba los intentos de re-centralización", ha argumentado.

"Ahora, por el contrario, -ha criticado- hay un TC que no tiene ningún tipo de reparo en permitir que (el Gobierno español) desmonte el edificio del estado autonómico".

En su opinión, "la sentencia contra el Estatut fue un auténtico escándalo, porque fue dictada por un tribunal que era dudosamente constitucional dada su composición y que, de una forma vergonzosa y chapucera, puso fin a las expectativas autonómicas de Cataluña".

"Desde entonces, -ha subrayado- el camino está cortado y no sabemos si estamos debajo de una roca o en un desfiladero pero, en todo caso, nos imponen una situación de ruptura".

El expresidente ha admitido que esto le causa "pena y preocupación", aunque ha dicho estar convencido de que una Cataluña independiente sería viable y que no tardaría más de dos años en disponer de superávit.

Después de matizar que lo difícil no es la viabilidad de la independencia, sino el proceso que conduce a ella "que no es imposible pero si altamente difícil", ha añadido que "lo que no es viable es condenar a Cataluña a la situación de asfixia económica".

La presentación del libro ha corrido a cargo del presidente del Círculo de Economía, Josep Piqué, y también ha llevado a cabo una breve intervención el editor del libro, Josep Lluc.