Salud
Cómo salvar la pierna
El Hospital Vall d'Hebron lidera una técnica quirúrgica que logra regenerar de manera biológica los huesos de extremidades dañadas en un accidente y evitar amputaciones
El Hospital Vall d'Hebron lidera una técnica quirúrgica que logra regenerar de manera biológica los huesos de extremidades dañadas en un accidente y evitar amputaciones
De ser una noticia emitida en un informativo de televisión, esta pieza podría advertir de que el contenido puede afectar la sensibilidad de los telespectadores. Porque habla de romper y desplazar huesos fracturados para evitar la amputación de una extremidad. Pero en Prensa escrita no existen este tipo de advertencias, así que los lectores se encontrarán con frases que hablan de «fijar el hueso mediante agujas o tornillos». El texto informa de una técnica de la que el Hospital Vall d'Hebron es centro de referencia que permite salvar extremidades dañadas de una amputación.
La técnica tiene un nombre tan o más complejo que su ejecución. Se llama «osteogénesis a distracción» y se aplica para salvar extremidades dañadas por defectos óseos masivos, sobre todo, en la tibia o el fémur. El cirujano ortopédico de la unidad de Patología Séptica y Cirugía Reconstructiva del Aparato Locomotor del Vall d'Hebron, Pablo Corona, responsable de esta técnica quirúrgica, cuenta que se considera que hay un defecto óseo masivo cuando una extremidad está gravemente dañada por culpa de un accidente de tráfico o una caída desde gran altura o bien hay una infección en el hueso que se cronifica y obliga a retirar grandes segmentos de la masa ósea.
El doctor Corona explica también que los pacientes con este tipo de lesiones suelen venir ya de muchas cirugías y tratamientos que han fracasado y para los que se plantea una amputación. Recuerda que «a Vall d'Hebron llegó un paciente que había sufrido una caída desde gran altura y que tras una primera cirugía en otro centro, la tibia se infectó y sufrió una gran pérdida de masa ósea». «Literalmente, cuando llegó al hospital, le faltaba más de media tibia. Pero una vez retirado el hueso muerto y curada la infección, le pudimos realizar la osteogéneses a distracción», añade el doctor Carles Amat, compañero de la Unidad de Patología Séptica y Cirugía Reconstructiva del Aparato Locomotor.
Lo que hicieron con este paciente fue «fijar el hueso remanente mediante agujas o tornillos exteriores que a su vez quedan sujetos por unos aros o barras externas», relata el doctor Corona. «Luego, realizamos una o varias facturas controladas en una zona del hueso sano y una vez realizadas, esperamos unas dos semanas antes de empezar a mover el hueso», añade. El hueso se mueve un milímetro al día y en la zona de la fractura se va creando hueso nuevo. La idea es que el hueso se regenere solo, con las mismas características que el hueso perdido y sin necesidad de recurrir a implantes ni a materiales extraños.
El equipo médico admite que es un procesimiento «poco frecuente, complicado y lento». Se calcula que para ganar un centrímetro se necesita un mes y medio, pero con pacientecia se garantiza una reconstrucción practicamente ilimitada. «Si en cada milímetro de espacio que generamos se forma hueso nuevo, llega un momento en que toda la extremidad volverá a tener el hueso completo», afirma Amat.
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