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Cataluña

Torra modera su discurso rupturista en su puesta de largo ante el empresariado

El president insiste en el diálogo con el Estado y el Círculo de Economía reclama seguridad jurídica

El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ayer en su primera intervención ante los empresarios en las XXXIV jornadas del Círculo de Economia celebradas en Sitges/ Efe larazon

Como ha hecho desde que aterrizara en el Palau de la Generalitat, Quim Torra volvió a reclamar ayer diálogo al Estado ante los empresarios para dar salida al actual conflicto político.

Como ha hecho desde que aterrizara en el Palau de la Generalitat, Quim Torra volvió a reclamar ayer diálogo al Estado ante los empresarios para dar salida al actual conflicto político. En su intervención en las XXXIV jornadas del Círculo de Economía de Sitges, el president, que no reunció en ningún momento a reivindicar el mandato del referéndum ilegal del 1 de octubre, exhibió una marcada moderación en su discurso y se centró en destacar la fortaleza de la economía catalana y en la voluntad de entendimiento de su nuevo Govern con Madrid.

Torra, con tono conciliador, planteó abordar un debate de Estado que incluya todas las propuestas e ideas y para afrontarlo, reclamó «unidad» a toda la sociedad catalana –«independentistas y no independentistas»– para «ser más fuertes». «Esta deriva no puede continuar», aseguró y pidió al Círculo de Economía que se implique en la reconducción de la crisis política.

En este sentido, el president prometió «estudiar» la propuesta que han hecho los empresarios durante las últimas horas y que ayer se encargó de recordar el presidente de la organización, Juan José Brugera. Ésta pasaría por que los catalanes voten un nuevo Estatut que mejore el autogovern y que cobre rango de «norma constitucional», además de reforzar el actual marco competencial autonómico. Si bien, también exigió al Gobierno que plantee su propuesta, que todavía desconoce.

La solución del Círculo de Economía, que obligaría al independentismo a renunciar a su proyecto rupturista en el horizonte más inmediato, no convenció del todo a Torra, que propugnó durante parte de su discurso la necesidad de una República catalana por el trato que dispensa el Gobierno a Cataluña en materia de inversión pública o infraestructuras. «Apostamos por una república moderna, al servicio del bienestsar y del dinamismo, y a favor del reparto de la riqueza para todos», afirmó y agregó que una Cataluña independiente obtendría una cuenta de resultados mucho más favorable. También cargó contra el Estado y sus maniobras para deteriorar la economía catalana durante el «procés», acusando a Madrid de alentar la fuga de empresesas que se desencadenó tras el mes de octubre. Asimismo, Torra reivindicó la «robustez» de la economía catalana y repasó una amplia lista de indicadores que así lo reflejan.

Finalmente, en su puesta de largo ante el empresariado en la que también aprovechó para exponer su pasado en el mundo de la emprsesa tras 18 años en la aseguradora suiza «Winterthur», Torra rompió con la tradición y rechazó contestar preguntas bajo el argumento de que todavía no tiene Govern –sus consellers tomarán posesión del cargo entre hoy y mañana–. En cualquier caso, Brugera le reclamó que sus primeros pasos a los mandos de la Generalitat se destinen a dar señales claras para superar el «frentismo» y dar seguridad jurídica, a lo que el president respondió que la democracia no es «solo cumplir la Ley», sino que consiste en el «respeto mutuo».