Madrid 2020
Trias quiere los Juegos de Invierno para Barcelona en 2022, 2026 ó 2030
La candidatura prevé que el Estado aporte el 57 por ciento de las infraestructuras
El debate sobre la idoneidad de que Barcelona presente una candidatura para albergar unos Juegos Olímpicos de Invierno volvió al primer plano después de la decisión del Comité Olímpico Internacional (COI) de dar los Juegos de 2020 a Toquio en detrimento de Estambul y Madrid. No ayudaron a generar el necesario consenso político y ciudadano unas declaraciones del alcalde, Xavier Trias, asegurando que sólo Barcelona podría competir como ciudad española contra las dos contrincantes que tuvo la capital, pero los hechos de los últimos días dan muestras de que la iniciativa barcelonesa ha ido tomando forma y necesita de todo el apoyo del Gobierno.
La oficina técnica que lidera la candidatura Barcelona-Pirineos se reúne el lunes con representantes del Comité Olímpico Español (COE) para evaluar las posibilidades. El alcalde está convencido de la viabilidad de proyecto y busca complicidades para una carrera olímpica muy dura.
Decisión colectiva
Ayer, mientras circulaba el dossier de la candidatura que el Ayuntamiento no quiere dar como definitivo, el convergente no se ciñó a 2022 cuando el entonces primer edil, Jordi Hereu, presentó la posibilidad de recuperar el sueño olímpico. Trias barajó hasta tres fechas posibles. «Lo primero que debemos decidir es si nos presentamos a 2022, 2026 ó 2030, y esto es una decisión que no es de Xavier Trias alcalde, sino que debe ser colectiva», defendió. «Si nos presentamos es que queremos ganar, debemos saber cuándo tenemos la oportunidad y cuándo presentarse», añadió.
El consenso pasa por los grupos municipales y también por tener el apoyo de la Generalitat y, especialmente, del Gobierno. No en vano, el presupuesto total que recoge el dossier de la candidtura, incluyendo las infraestructuras, asciende a 3.262 millones, y la oficina calcula que cubriría 1.205 millones con ingresos del tipo de publicitario. Sin embargo, la iniciativa necesita una mejora de las conexiones ferroviarias entre Barcelona y el Pirineo que se lleva 1.233 millones, y otras infraestructuras clave, como la construcción de sendas villas olímpicas, una en Barcelona en la Marina del Prat Vermell (promesa electoral de Trias para construir un barrio entre Montjuïc y el puerto) y otra en la zona de La Molina.
El tren es clave y responde a una vieja reivindicación porque actualmente el tramo supera las tres horas. Pero no es la única infraestructura que Barcelona quiere modernizar con inversión del Estado. El dossier defiende que el 57 por ciento de las inversiones serán del Gobierno, el 20 por ciento la Generalitat y apenas el 3 por ciento el Ayuntamiento barcelonés.
El proyecto contempla fijar las competiciones de hielo en Barcelona y las de nieve en la Cerdaña. Las infraestructuras de los Juegos de 1992 formarían parte de la iniciativa, ya que se usarán Estadio Olímpico y Palau Sant Jordi, el Palau Municipal y el Velódromo de Horta. También apuesta por construir un nuevo Palau Blaugrana y otra infraestructura para las pruebas de velocidad.
Trias se mostró partidario de convocar una consulta ciudadana sobre la idoneidad de presentar la candidatura como le pide la oposición, aunque afirma que se tendría que hacer una vez escogida la fecha. La oposición, por su parte, quiere conocer los detalles del proyecto.
El presidente del grupo municipal del PP, Alberto Fernández, pidió al alcalde que sea concreto. «Es necesario analizar la conveniencia de la candidatura, el impacto económico en el actual momento de crisis, avalarla con una propuesta técnica rigurosa y, una vez sopesados los pros y contras, y si el balance es positivo, presentar la candidatura y realizar la consulta ciudadana», apuntó. El PSC, por su parte, defiende que se haga la consulta antes del 14 de noviembre, fecha límite para presentar la candidatura de 2022 para medirse con Múnich y Oslo.
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