Ayuntamientos
Trias trata de concretar el uso del canódromo tras años de indefinición
Propone organizar un espacio para «emprendedores y empresas creativas»
Barcelona hace años que le intenta buscar un nuevo uso al canódromo de la Meridiana. De hecho, la ciudad se permitió el lujo de tener contratado un director del centro de arte que ahí iba a instalarse durante dos años sin que el museo abriese nunca sus puertas. El Ayuntamiento de Barcelona, ahora en manos de CiU, va a intentar esta semana darle una salida a esta instalación. Para ello, propondrá convertir el edificio en «un espacio para emprendedores que ayude a conectarlos con empresas creativas, para promover nuevos productos y servicios desarrollados en Barcelona».
Con esta descripción tan ambigua, el gobierno municipal presentará la medida el próximo martes en la comisión de Cultura, Conocimiento, Creatividad e Innovación, a la espera de las aportaciones del resto de grupos municipales, con la intención de que el proyecto se inicie el 1 de enero de 2014 y que la equipación esté en marcha durante 2015.
Según el Ayuntamiento, «la propuesta contempla hacer de este antiguo Canódromo uno de los grandes elementos dinamizadores de las nuevas propuestas creativas emergentes en la ciudad, creando una organización que actuará como una entidad de promoción de los nuevos productos y servicios desarrollados por los creadores de Barcelona. El equipamiento se quiere erigir como conector entre las empresas que puedan hacer uso de la creatividad existente en la ciudad y los creadores».
El Ayuntamiento quiere que la gestión combine inversión pública y privada, y ha avanzado que tendrá el apoyo del Institut de Cultura de Barcelona (ICUB) en aspectos como la aceleración de empresas y el apoyo a nuevos creadores.
El espacio ofrecerá tres servicios prioritarios: uno para desarrollar proyectos, otro de apoyo y aceleración de nuevas empresas con un componente creativo, cultural e innovador, y un tercero que ofrezca servicios de comercialización y representación para los creadores y sus productos.
El canódromo es de titularidad municipal y cuenta con 1.300 m2 de superficie. Se construyó en el año 1960 y fue diseñado por Antonio Bonet y Josep Puig Torné y por su singularidad arquitectónica, fue catalogado como Patrimonio Arquitectónico de Barcelona. En 2010, el edificio pasó a manos municipales y se inició su rehabilitación.
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