Un Sant Jordi más cómodo para mover a 1,5 millones de personas

El sector espera repetir los 21 millones de euros de facturación del año pasado y ven con «ilusión» una jornada que vuelve a caer en laborable.

Después de dos exitosos años, pero extraños al caer en fin de semana, éste 23 de abril verá como Sant Jordi vuelve a caer en lunes, día laborable, y esto hace que el sector respire aliviado y con «ilusión». La Diada, que el año pasado facturó 21,8 millones de euros, es un momento álgido para editores y libreros, y su éxito es imperativo. La esperanza es que «al menos» este año vuelva a mantenerse esta cifra, pero que no se descarta un nuevo crecimiento. El año pasado, por ejemplo, superó el 4 por ciento. «Como mínimo queremos repetir lo del año pasado. Venimos de dos años muy buenos, pero creemos que podemos repetir. tampoco podemos esperar crecer por crecer, porque la cifra ya es impresionante, pero esperamos poder superarlo», señaló ayer Patrici Tixis, presidente de la Cámara del Libro de Cataluña.

Al caer en lunes, los libreros esperan una gran afluencia de gente en sus establecimientos, con descuentos del 5 por ciento desde el viernes y del tradicional 10 por ciento el día de Sant Jordi. Incluso la mayoría de librerías abrirán el domingo para que la gente pueda hacer sus compras con calma. «Esto hace que haya mucha gente que compre sus libros el fin de semana y que salga el mismo día y que también pase por las librerías. Esto nos hace ser muy optimistas», aseguró Maria Carme Ferrer, presidenta del Gremio de Libreros, María Carme Ferrer.

Para esta responsable de una librería en Girona, el interés de los libreros nunca están en los 10 libros más vendidos, «que sólo representan un cinco por ciento del total», sino que su preocupación está en los números 11, 12, 25 y demás. «Lo que queda claro es que hay un libro para todos en Sant Jordi y el fondo es más importante que las novedades», señaló Ferrer.

Descongestionar el centro

La guardia Urbana cifróe l año pasado en 1,5 millones de personas las que ocuparon las calles del centro de Barcelona. Por ello, la obsesión este año ha sido esponjar las paradas de libros de la Rambla Cataluña y Paseo de Gracia para evitar colapsos. De esta forma, se ha ampliado el espacio con 80 metros más en la avenida Diagonal y con 90 metros en la céntrica calle Consell de Cent. El 65 por ciento de las paradas se concentran en la Eixample y con estas iniciativas se conseguirá más espacio entre paradas y más facilidad para que la gente pueda moverse y compre. Además, según comentaron desde el sector, habrá más presencia de seguridad tras la amenaza terrorista con el ataque este verano en Las Ramblas.