Un turista francés desata el pánico en el centro de Barcelona

Aparca su vehículo ante la Jefatura de Policía Nacional y los TEDAX cortan la Via Laietana para descartar que sea un coche bomba.

Tras las escenas de pánico que provocaron un grupo de adolescentes alemanes en Platja d’Aro (Girona) con una «performance», ayer en Barcelona volvió a sobrevolar el fantasma de una amenaza terrorista. Poco antes de las 20.00 horas, cuando las calles del centro estaban llenas de gente, un coche mal aparcado ante la Jefatura Superior de Policía, en la Vía Laietana, levantó sospechas.

Un turismo con matrícula francesa estacionó en una de las callejuelas que llevan en la arteria barcelonesa, justo en una zona de seguridad, y abandonaba ahí el vehículo. Cuando los miembros de seguridad de la Policía Nacional lo vieron a través de las cámaras, salieron a alertar al conductor galo, pero se les escapó. Tras buscar sin éxito en los bares y establecimientos comerciales colindantes al propietario del coche y ante la posibilidad de que hubiera explosivos, tal y como marca el protocolo, la Guardia Urbana acordonó la zona. Se cortó el paso a transeúntes y vehículos, y se requirió la intervención de los TEDAX y guías caninos. Éstos inspeccionaron el vehículo y poco antes de las 21.00 horas, ante la falta de indicios, decidieron abrir el coche para comprobar que se trataba de una falsa alarma.

Minutos después se personaba el propietario del vehículo quien, tras haber movilizado a las fuerzas de seguridad y desatar el pánico como máximo será penalizado con una multa por estacionar mal. «Esto pasa a diario. Muchas personas, sobre todo turistas, aparcan el coche mal, en esta zona de seguridad, pero normalmente los compañeros de seguridad logran interceptarlos a tiempo para que saquen el coche de ahí», señaló un portavoz de la Policía Nacional.