Sindicatos
Una huelga encubierta paraliza los accesos al Puerto de Barcelona
El Gobierno ultima el decreto para liberalizar el sector de la estiba bajo la amenaza de protestas
El Gobierno ultima el decreto para liberalizar el sector de la estiba bajo la amenaza de protestas.
El trabajo de los estibadores –que se ocupen de la carga y la descarga de los buques– está a punto de dar un vuelco absoluto. El Gobierno prepara un decreto, por exigencias de Bruselas, que liberalizará el sector para equipararlo con el resto de puertos europeos. El decreto está a punto de salir de la cocina y el conflicto laboral ya está abierto. Según el Puerto de Barcelona, los estibadores están trabajando por debajo del nivel habitual dando lugar a una huelga encubierta.
Protesta o no, lo cierto es que ayer los accesos a la terminales del puerto estaban colapsadas con colas de decenas de camiones. Según explicaron fuentes del Puerto de Barcelona, los estibadores celebraron una asamblea multitudinaria para analizar y debatir la reforma del modelo de estiba que plantea aprobar el Gobiern y que avanza hacia la liberalización, con lo que, de facto, cesaron prácticamente su actividad. Esta acción fue la antesala de un calendario de paros que los sindicatos preparan en todo el estado como protesta por la reforma del Gobierno para liberalizar el sector. La convocatoria es para los días 20, 22 y 24 de febrero durante las horas impares.
En cualquier caso, y por fortuna, las colas no se alargaron hacia las rondas por lo que el impacto fue menor. La Policía tuvo que habilitar espacios libres para que los camiones puedan estacionar mientras esperan poder acceder a las terminales.
El Comité de Empresa de los estibadores negó la existencia de una huelga encubierta pero admitió que los trabajadores están «indignados y decepcionados» con las intenciones del Ministerio de Fomento. Reclaman que se mantenga la promesa de la anterior ministra de Fomento, Ana Pastor, de consensuar una solución con el sector. Actualmente el puerto trabajan 1.040 estibadores. Es, a la sazón, el único que no está abierto a la libertad de contratación, pero con las horas contadas a la espera del decreto ley que se aprobará este viernes.
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