Atenas

Una visita a la cuna de la cultura

Una muestra reúne 165 piezas grecolatinas para mostrar el origen de la democracia

La exposición propone un viaje a los orígenes de la democracia en el siglo VI aC
La exposición propone un viaje a los orígenes de la democracia en el siglo VI aClarazon

El mar Mediterráneo ha sido desde el principio de los tiempos aquel puente de mil direcciones que ha unido culturas, de los fenicios a los tirrenos, de los cartagineses a los jonios, de los griegos a los romanos. Ha construido civilizaciones, ha formado la gran historia del mundo y que ha fundado los principios del modo de vida occidental. Es, en definitiva, el rastro real de la cultura grecolatina, desde los mitos de la antigüedad, cuna de los célebres viajes de Ulises, Jasón o Heracles, a los principios de la metafísica, la ciencia y la democracia. No está mal para un mar que hoy se mira con descuido, como un simple paisaje preaprendido a veces invisible por mera costumbre.

CaixaForum acoge hasta el 15 de junio la exposición «Mediterráneo. Del miro a la razón», un viaje a la cuna de la civilización occidental a través de 165 piezas grecolatinas de incalculable valor. La muestra es un viaje de más de 2.500 años a través de formaciones plásticas, de esculturas a relieves, cerámicas, frescos, mosaicos o joyas, que nos lleva desde la vida mítica descrita por Homero a los orígenes de la razón, la democracia y su afirmación en el ágora. «Del Próximo Oriente a Egipto y de allí a Grecia y más tarde a Roma, el Mediterráneo fue la vía de comunicación de creencias, ideas, conocimientos y formas culturales cuya influencia se extiende hasta nuestros días», comenta Pedro Azara, comisario de la exposición.

La muestra arranca con los viajes fundadores de mitos como los de Ulises. Destaca una cabeza de Heracles procedente del Templo de Diana en Roma o una urna cineraria etrusca de Ulises y Polifemo. A partir de aquí nace una nueva concepción homocéntrica de la realidad. «Se empieza a situar al hombre en el epicentro y no a los dioses. Además, las ciudades comienzan a organizarse alrededor de un espacio central para el diálogo e intercambio de ideas y mercancías o ágora, del que surge el innovador sistema político de la democracia; y también nace una nueva concepción de la persona que sustituye la fuerza del guerrero por la fuerza interior del filósofo», apunta Azara.

De este cambio vital en el desarrollo de la humanidad se muestra, por ejemplo, una esfinge etrusca que apresa a un guerrero, una rara cabeza de la musa Polimnia que aparece con una bella coleta, o el conocido mosaico «La Academia de Platón» procedente de Pompeya. La exposición se completa con una reconstrucción virtual en gran formato del ágora de la Atenas democrática.