Barcelona

Uno de cada cuatro barceloneses fue víctima de un delito en 2012

La Razón
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La capital catalana conserva su aprobado en el nivel de seguridad de la ciudad, según la percepción de sus habitantes, sin embargo, sufre un traspié en lo que respecta al índice de victimización, que en 2012 se situó en el 25,3%, 1,1 puntos más que el año anterior. Es decir, uno de cada cuatro barceloneses fue víctima de un delito tal y como revela la Encuesta de victimización de Barcelona, en la que este año no ha participado la Generalitat.

Desde 2009, el indicador había ido a la baja, pero el año pasado experimentó un significativo incremento, que desde el Ayuntamiento tratan de relativizar. «Estas cifras no van de acuerdo con las del resto de encuestas que se han realizado durante el año ni con las de la Policía», señaló ayer Joaquim Forn, teniente de alcalde de Barcelona y responsable del área de seguridad y movilidad. Una posible explicación a este repunte es el aumento en el índice de victimización no consumada, que engloba a los intentos de robo, por ejemplo, que en 2012 se incrementaron en un 1,7 por ciento. Así, es en el ámbito de la seguridad personal donde se concentra un mayor número de barceloneses que dicen haber sido víctimas de un intento de delito (16,2 por ciento), por delante de los actos contra vehículos (7,9 por ciento) y contra el domicilio (2,9%).

Por lo que respecta al análisis territorial de las cifras, se observa una concentración de los hechos denunciados en los barrios con mayor afluencia de gente. Lideran el índice de victimización por distritos Ciutat Vella (33 por ciento) y Eixample (29,5), mientras que Sant Andreu (18,4) y Nou Barris (21,4) se sitúan a la cola. Otro de los datos derivados de la encuesta es el descenso en el número de las denuncias, cinco puntos menos que en 2011 hasta llegar al 35,6 por ciento. «Es el nivel más bajo de los últimos cuatro años, nunca se había visto un nivel tan bajo», admitió el gerente de Seguridad y Movilidad, Joan Delort, quien relacionó este descenso con el aumento de los intentos de robo, por los que a menudo no se presenta denuncia.

Alberto Fernández, presidente municipal del PP, tildó estos datos de «inasumibles, similares a los de los años 80, los peores de delincuencia en Barcelona» y denunció la necesidad de más policía, señalando el déficit de 949 mossos que faltan por desplegar en la ciudad.