Vuitton, un enamorado de Gaudí

La historia de la firma Louis Vuitton y Barcelona se remonta a principios del siglo XX. Uno de sus padres fundadores, George Vuitton, se declaraba en los años veinte un enamorado de Gaudí y de todo el modernismo. Incluso hizo construir su residencia familiar en Asnières bajo los preceptos del arquitecto catalán, que Vuitton denominaba «moderno entre los modernos».

En 1929, en la Exposición Universal, otro de sus pioneros, Gaston-Louis Vuitton, recibía un premio especial por sus neceseres de belleza y enseres de viaje, demostrando la admiración que sentían los barceloneses por los cuidados diseños y los exquisitos materiales de la firma. Las viejas crónicas dejan ver la fascinación que despertaron en los barceloneses de principios del siglo XX los objetos de Vuitton, que en pocos años convirtió la artesanía maletera en un artículo de lujo codiciado por todos.

En 1987, la Maison, tal y como se autodominan, decidió abrir en Barcelona su primera tienda en España, un reconocimiento más de la historia de amor de la firma con la ciudad. En 2003 volvía a apostar por la capital catalana y estrenaba un nuevo local de más de 430 metros cuadrados en el Paseo de Gracia. Y diez años después, la firma ha decidido doblar la apuesta y ha abierto un nuevo establecimiento. «Louis Vuitton siempre ha estado en línea con el alma barcelonesa y su estilo de vida. Es una ciudad romana, medieval y modernista a la vez, de tradición y vanguardia. Queremos que esta nueva tienda sea un homenaje a Barcelona, a su ingenio, vitalidad y al deseo que tenemos en común de traspasar los límites de la creación», asegura Michael Burke, presidente y CEO deLouis Vuitton.

Mañana se abre al público un espacio de dos plantas en que se podrá adquirir los productos más exclusivos de la firma y que incluyen los diseños pensados específicamente para Barcelona de la inglesa Billie Achilleos. En concreto, se trata de una escultura creada a partir de marroquinería y pequeña marroquinería de la Maison que reproduce la célebre salamandra del parque Güell de Antoni Gaudí. «Era un genio, un visionario con todo un universo que escapa al paso del tiempo. Me encanta su reino vegetal que parece imponerse a la arquitectura de los hombres, esa profusión de detalles y su entrelazamiento. Es totalmente orgánico, vivo y atemporal», asegura Achilleos.

Ayer se inauguró la tienda con una gran fiesta en la que estuvo presente desde el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, a los responsables de la firma a nivel internacional y la plana mayor de la sociedad civil catalana. Un gran arranque para una tienda de gran futuro.