Bruselas

A la espera de Montoro

La Razón
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VALENCIA– En mitad del ejercicio, el conseller de Hacienda y Administración Pública, Juan Carlos Moragues, deberá coger de nuevo la calculadora y rehacer las cuentas de la Generalitat. Y ello porque será a finales del mes de junio -o al menos así lo ha anunciado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro- cuando el Gobierno empezará a reunirse con las autonomías para establecer el déficit de cada una.

Esta semana ha sido decisiva, ya que Bruselas anunció la flexibilización del déficit para España en dos décimas, lo cual equivale a 2.000 millones de euros más que el país puede gastar. La Conselleria valenciana espera que de esa cantidad, 1.000 sean a repartir entre las autonomías pero, la cuestión es, ¿cuánto le tocará a la Comunitat?

Aunque no sea una elevada cantidad, cualquier euro cuenta, sobre todo en una situación tan delicada como la valenciana, con un déficit del 3,52 por ciento en 2012 (el límite era del 1,5) y una deuda del 29 por ciento del PIB, es decir, 29.000 millones.

El nuevo déficit ampliado se unirá al hasta ahora permitido, que se fijó en un 1,2 por ciento de media para todas las autonomías. Pero claro, si el reparto no es igualitario, algunas pueden tener un 0,7, por ejemplo, y otras un 1,9.

He aquí la «batalla» a la que debe hacer frente Montoro, quien deberá lidiar con los cumplidores, que no quieren verse perjudicados en el reparto, y con los incumplidores, que aseguran que su exceso de gasto viene motivado por una financiación autonómica injusta.

Moragues ha repetido ya en varias ocasiones que la Comunitat Valenciana aspira a conseguir lo máximo posible y no porque quiera endeudarse más, sino porque necesita que el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) le financie más deuda de la que cubre hasta ahora. Hay que recordar que, aunque el FLA es un mecanismo que hay que devolver al Estado, ofrece unas condiciones mucho más ventajosas que un crédito en el mercado corriente.

Análisis de escenarios

Mientras llega el momento de la verdad, es decir, aquel en el que Montoro comunique a cada autonomía el exceso de gasto que le permite y que, por lo tanto, le financia a través del FLA, en la Conselleria de Hacienda se trabaja de forma incesante en diversos escenarios posibles.

Si bien es cierto que el hermetismo en torno a los posibles nuevos ajustes es total, la posibilidad de un aumento de los impuestos o, incluso, de la recuperación del impuesto de sucesiones, sobrevuela cada vez más la sede de Hacienda.

Por otra parte, el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha insistido en repetidas ocasiones en que, en caso de que se tuvieran que realizar nuevos ajustes, serían sobre la Administración y no sobre los ciudadanos, que ya han tenido que hacer suficientes sacrificios.

En todo caso, los nuevos recortes se sumarían a los ya realizados hasta el momento. Durante el año pasado se ahorraron 2.000 millones de euros, y este año la Generalitat ha presentado ya a Montoro un plan de ajustes de más de 1.500 millones de euros.

Pero puede que esto no sea suficiente. Desde luego, la cantidad a repartir no es muy elevada, y las necesidades de liquidez de las autonomías sí. Habrá que ver como resuelve finalmente el ministro el reparto de esta tarta, una distribución en la que no cuentan solo los factores económicos.