AQUÍ MANDO YO

¿Compensa ofrecer una imagen de democracia interna y, a cambio, cosechar una derrota en toda regla? ¿de qué sirve sobrevalorarse si ello te impide conocer la realidad? ¿por qué los Goliat creen que la fuerza es omnipotente y desprecian el trabajo y la habilidad?

Son preguntas que me hacía ayer Rogelio, en clara referencia al vicesecretario federal del PSOE, José Luis Ábalos, tras la derrota de su protegida, Maite Girau, por parte de Sandra Gómez, apadrinada por Ximo Puig. «Mira que les avisamos desde este gallinero el día 11 de enero», me recordaba cuando me filtró las expectativas de las dos candidatas y escribí «la batalla por el liderazgo socialista en la ciudad de Valencia no va ser tan cruenta ni tan reñida como se esperaba entre las dos candidatas». Según mi amigo Rogelio, Sandra Gómez se impondrá destacada a Maite Girau. A ésta no le bastará el apoyo de José Luis Ábalos, preboste del PSOE como vicesecretario de organización y mano derecha del Pedro Sánchez, porque los militantes capitalinos conocen perfectamente los méritos y expectativas de una y otra».

¿Resultado? Ximo Puig ha dejado claro ¡aquí mando yo! a todo un numero dos del PSOE que ha fracasado por segunda vez en su tierra valenciana. La otra fue frente a Ximo Puig para la Secretaría general del PSPV. Imagino que no le vendrá nada bien ofrendar al gran líder Pedro Sánchez dos frustraciones en lugar de dos victorias. No parece buen bagaje. Difícil tiene convencerlo. Ahora tras el triunfo, Sandra Gómez tiene dos retos, o tres, importantes si, como ha manifestado, desea la candidatura a la Alcaldía de Valencia: derrotar en las primarias a un posible contrincante que le plante Ábalos, cederle puestos en su propia lista para evitar la contienda, y ganar las elecciones municipales. Así es la vida.