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Ante la actual situación económica por la que pasan muchas familias, algunas asociaciones que agrupan empresas de Hostelería de la Comunitat Valenciana han solicitado la posibilidad de donar los alimentos excedentes de los servicios de restauración que ofrecen a sus clientes.

Ante la actual situación económica por la que pasan muchas familias, algunas asociaciones que agrupan empresas de Hostelería de la Comunitat Valenciana han solicitado la posibilidad de donar los alimentos excedentes de los servicios de restauración que ofrecen a sus clientes, en concepto de ayuda humanitaria y a través de organizaciones no gubernamentales (ONG) adscritas a este programa.

Se trata de una iniciativa, según explicó el conseller de Sanidad, Manuel Llombart, para equilibrar el excedente de estos alimentos con las necesidades reales de la población en este contexto económico, por lo que su Departamento está colaborando para garantizar la calidad de estos alimentos a su llegada a las familias necesitadas.

De este modo, la Dirección General de Salud Pública está trabajando, junto a esta asociación hostelera, en la elaboración de un protocolo que permita ofrecer todas las garantías de seguridad alimentaria en la conservación y la distribución de estos alimentos, con el fin asegurar su salubridad y mantener su calidad hasta su consumo.

El principio en el que se basa este protocolo es que los productos donados deben tener la misma calidad que los productos servidos en los establecimientos, así como la misma garantía de higiene. Para esto, se ha elaborado un protocolo que establece las condiciones que se deben cumplir para evitar riesgos. Los requisitos establecidos en el protocolo serán verificados por los servicios de control oficial para asegurar su cumplimiento.

Se han establecido requisitos relativos a las condiciones de mantenimiento y transporte, condiciones y equipamiento de los locales de reparto, alimentos excluidos, formación del personal, trazabilidad y otros requisitos relativos a los procedimientos de distribución y reparto que aseguren que solo las ONG registradas en el Ministerio de Asuntos Sociales puedan desarrollar esta actividad.

Estos alimentos se envasarán y conservarán en unas condiciones establecidas en las normas de conservación de alimentos y se procederá al traslado a la organización colaboradora, que estará ubicada en la misma población que el establecimiento de hostelería.

Según datos del Parlamento Europeo, cada ciudadano de la Unión desperdicia cada año una media de 179 kilos de alimentos.