Comisiones inútiles

La contienda política es inevitable, como lo es la supremacía de los intereses de partido

Podemos convenir perfectamente que la Comisión de Investigación en Les Corts Valencianes para investigar la financiación irregular, presunta «of course», del PSPV y del Bloc en 2007 y 2008, había podido comenzar mejor. Las ausencias de comparecencia de la presidenta federal del PSOE, Cristina Narbona, y ministra de Medio Ambiente en los tiempos que se quieren escudriñar, ciscándose en la obligación que tiene de asistir, así como las de Ana Kringe y José Cataluña, dan la justa medida de la seriedad y utilidad de este tipo de inventos parlamentarios.

Esta clase de comisiones de investigación sirven de poco, de nada si, como es la mayoría de los casos, el asunto está ya tratándose en los tribunales de justicia. Ahora es la que se ocupa de casos irregulares, al parecer prescritos, relativos al PSPV. Antes y dentro de unas semanas, serán los del PP. Ni uno ni otro tienen sentido por lo referido anteriormente: se encuentran «sub judice».

¿Por qué digo todo esto? Sencillamente porque el objetivo no se centra en conocer la realidad de lo sucedido –de ello se encargan los jueces- sino de vilependiar al adversario y, sobre todo, de perjudicar su imagen, especialmente si se realizan en periodos preelectorales. Ya lo dijo Napoleón Bonaparte, o Juan Domingo Perón, o los dos «si quieres solucionar un problema, nombra un responsable; si quieres que el problema perdure, nombra una comisión».

En cualquier caso, es como predicar en desierto. La contienda política es inevitable, como lo es la supremacía de los intereses de partido. Aunque bien pensado, mejor que estén ocupados en ello, que en los asuntos que originan estos cónclaves. Así es la vida.