Condenado un guardia civil por acosar a una limpiadora

valencia- La sección segunda de la Audiencia de Valencia condenó a un Guardia Civil destinado en el acuartelamiento de Patraix, de la ciudad de Valencia, a cuatro meses de prisión como responsable de un delito de acoso sexual. Además, se le condena a indemnizar a la víctima con cinco mil euros.

Según considera probado el Tribunal, el guardia, destinado al control de los accesos al citado acuartelamiento, se dirigía habitualmente a una limpiadora destinada en dicho edificio, con expresiones como: «¡Qué buena que estás!, ¡qué tetas que tienes!, ¡Me comería la serpiente que tienes tatuada en la teta!» y otras expresiones más explícitas y de mayor contenido sexual.

Según explicó la denunciante, en varias ocasiones el agente llegó a cogerla por el cuello e intentó besarla, e incluso trató de tocarle un pecho, algo que ella evitó resistiéndose y chillando.

A raíz del acoso del guardia, la limpiadora que ya estaba medicándose por diversos trastornos depresivos, tuvo que aumentar la cantidad de fármacos que ingería para los nervios que le causaba la situación.

Testimonios discrepantes

Según consta en la sentencia de la Audiencia, la denunciante llegó a comentar con su jefe telefónicamente estos hechos, y éste habló con el sargento del cuartel que servía de enlace entre la Comandancia y la empresa de limpieza.

El sargento advirtió al guardia que debía cesar en su actitud, aunque parece ser que los insultos no cesaron totalmente.

Así pues, la denunciante, que en un principio quería poner una queja, acabó poniendo una denuncia que dio lugar al juicio oral que se celebró los días 25 de noviembre y 17 de diciembre de 2013.

Durante el acto del juicio hubo testigos, tanto compañeras limpiadoras como guardias civiles, que ratificaron la versión de la denunciante, si bien, otros guardias y otras limpiadoras dijeron no haber escuchado nada. Incluso, una compañera se desdijo de la declaración que había hecho inicialmente y dijo que la denunciante le había «abducido».

Finalmente, el Tribunal consideró demostrado el acoso e impuso al guardia la pena señalada.