Comunitat Valenciana
Cuando todo el mundo sabe de bebés
La Razón dedica una sección semanal que tiene como objetivo ayudar a las madres que deciden dar de mamar a sus bebés
Una de las principales dudas de las futuras madres es saber si van a tener suficiente leche para alimentar al bebé. Cuando preguntamos a una madre si va amamantar, casi siempre suelen responder, «si puedo sí», ¿por qué una madre piensa que no podrá amamantar?
Esta percepción es errónea. Quizás motivada por el convencimiento de tantas mujeres que han deseado e intentado amamantar y no lo han conseguido. Se ha generado la creencia popular de que es posible no tener leche. ¿Cuántas veces hemos escuchado, «ese bebé llora porque tiene hambre»? ¿Por qué solo puede ser por hambre?
Es normal que el recién nacido llore cuando no está en contacto con su madre, el bebé a la teta se calma, pero al intentar dejarlo en la cuna, llora. La madre vuelve a ponérselo en el pecho para que se calme, pero una y otra vez oye. «Es imposible que tenga hambre», «se pasa el día al pecho, eso es que no saca nada», «tu leche no le alimenta, es mejor que le des un biberón y te dejes de tonterías y descanses». ¿Se pueden imaginar la situación de estrés que puede provocar a la madre?
La regla de oro para un buen inicio de la lactancia y tener leche suficiente, es no separar al bebé de su madre, dejar que realice la primera toma dentro de la primera hora de vida. También es primordial crear un ambiente tranquilo. En pocas horas el bebé debe de adaptarse al medio extrauterino. El ruido, las visitas...dificultan que pueda poner en marcha las conductas instintivas necesarias para iniciar correctamente la lactancia.
Es fundamental que en las primeras horas después del parto haya mucha tranquilidad para propiciar el contacto entre madre e hijo, con el padre pendiente de ambos.
Cuando el bebé esté en alerta tranquila, encima del pecho de la madre, en ese momento el bebé, abrirá los ojos, empezará a moverse, a chupar su mano, a reptar hacia el pecho, toqueteándolo y chupeteándolo, preparándolo para agarrarlo y succionar. Hay que respetar los tiempos y dejar al bebé hacer, no precipitarnos ni colocar el pecho en la boca del bebé, dejar que sea él o su madre quien dirija al bebé en caso que este necesite una pequeña ayuda.
Mantener al bebé en contacto piel con piel con su madre regulará su temperatura, minimizará la pérdida de energía y colonizará al bebé de la flora materna y no con la del personal del hospital. La madre piel con piel con su bebé, aumentará la secreción de oxitocina, los niveles de prolactina serán más altos, importante todo ello para conseguir una buena producción de leche.
Los primeros días se producirá la subida de la leche, pero mientras tanto el pecho tiene calostro, que es todo lo que el bebé necesita. La capacidad del estómago del bebé es pequeña, tan pequeña que apenas entran unos cinco mililitros de leche, no lo llenemos de más, tan solo el bebé sabe lo que necesita.
Toda mujer puede amamantar, ninguna debería perderse una experiencia tan maravillosa por falta de información y apoyo, a ningún bebé se le debería ofrecer un biberón sin valorar la causa del problema. La madre tiene derecho a reclamar ayuda de profesionales especializados en lactancia materna.
Pueden enviar sus preguntas a consultalactancia@larazon.es
✕
Accede a tu cuenta para comentar