División en el PP valenciano

Las primeras primarias del PP para la elección del presidente nacional está evidenciando un «escenario dividísimo», en palabras de un cargo público, que presenta la organización popular en la Comunitat, con lo que se presiente una lucha enconada para lograr el apoyo de los afiliados con derecho a voto.

El decantamiento va por barrios. Según mi amigo Rogelio, los apoyos a Soraya Sáenz de Santamaría se sustentan en la cúpula -Isabel Bonig, Eva Ortiz, Pepe Císcar, Rubén Moreno, Miguel Barrachina, María José Català, Antonio Clemente... Junto a María Dolores Cospedal batallan César Sánchez, Susana Camarero, Vicente Betoret, Toño Peral, Pedro Agramunt... Y Pablo Casado cuenta con la adhesión de toda la estructura de los jóvenes con sensación de estar en alza continuada entre los militantes valencianos. Otra cosa es que, en la segunda vuelta si es necesario el pronunciamiento de los compromisarios en el Congreso, la juventud cuente con menos representación.

Tras las primeras comparecencias en territorio de la Comunitat, existe la sorpresa de la ausencia de la presidenta regional, Isabel Bonig, en los actos de Casado y Cospedal. «Ella debería asistir a las convocatorias de todos, como corresponde a su cargo, independientemente de que se decante por uno o por otro aspirante», es comentario bastante generalizado. «No parece lógico que hasta su representatividad se quite de en medio».

Salvo sorpresa, en los círculos populares valencianos nadie concede «chance» de pasar siquiera el primer filtro al exministro José Manuel García Margallo ni al concejal de La Font de la Figuera, Elio Cabanes. Ya queda poco para saberlo. Así es la vida.