El Consell cede competencias al Ayuntamiento para que cobre multas por ruido

La Generalitat valenciana efectuará un traspaso de competencias al Ayuntamiento de Valencia de forma que este pueda cobrar algunas sanciones graves, como las impuestas por contaminación acústica o algunas multas de tráfico. Así lo explicaron ayer el primer edil de la ciudad, Joan Ribó, y el conseller de Hacienda, Vicent Soler, tras mantener un encuentro para abordar la falta de financiación estatal.

El alcalde mostró su preocupación por las molestias que ocasionan «determinadas empresas por la noche» y que provocan muchas quejas por el ruido, o algunas sanciones de tráfico. Se trata de multas que el Ayuntamiento no puede gestionar porque no tiene la competencia y en la Generalitat «se eternizan».

Este convenio fue redactado en la anterior etapa en la que la alcaldesa era Rita Barberá y el conseller de Hacienda Juan Carlos Moragues, aunque nunca se llegó a firmar. Los actuales responsables políticos indicaron que solo deberán «rehacerlo».

Soler explicó que el su Departamento trabaja en la creación de una Agencia Tributaria Valenciana «lo antes posible, dando cobertura a este tipo de convenios» y anunció que trabajarán «para ser eficientes pero no para hacer más recortes».

Esta Agencia, señaló Ribó, ayudará a acabar con las «bolsas de fraude que quedan en estos recovecos entre la Generalitat y el Ayuntamiento».

El encuentro de ambos dirigentes se enmarca en la ronda de reuniones con los municipios que los altos cargos de la Conselleria van a mantener a lo largo de estos días para explicar la importancia de contar con unas inversiones estatales justas.

El alcalde resaltó «con contundencia el problema gravísimo de financiación» que tienen tanto la Generalitat como el Ayuntamiento y que les lleva a «seguir con barracones, carecer de centros de salud y no acabar infraestructuras como el polideportivo de Nou Moles, el aparcamiento de Ciudad de Brujas o la Línea del metro T2».

Soler, por su parte, aseguró que visitaba el Ayuntamiento para «dar explicaciones por las necesidades no satisfechas» y que no se pueden acometer porque «hay prioridades como las personas, la sanidad, la educación o la dependencia y, para otras cosas que piden los municipios, no llega el dinero». Aseguró que el futuro pasa por una financiación adecuada y lamentó que cinco millones de valencianos vivan marginados.