Educación

El Consell pierde la batalla del «plurilingüismo»

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, calificó la modificación del decreto anterior como «una. victoria de la sociedad valenciana contra el chantaje lingüístico»

Foto de una de las manifestaciones a favor de la libertad de elección lingüística por parte de las familias
Foto de una de las manifestaciones a favor de la libertad de elección lingüística por parte de las familiaslarazon

La presidenta del PPCV, Isabel Bonig, calificó la modificación del decreto anterior como «una

victoria de la sociedad valenciana contra el chantaje lingüístico»

Profundamente «contentos y satisfechos» se mostraron ayer desde las filas del PP, instantes después de que los portavoces parlamentarios de PSPV, Compromís y Podemos presentaran una proposición conjunta para la elaboración de una nueva ley de «plurilingüismo».

Un proyecto de ley que supone una modificación del anterior decreto y que, en palabras de la presidenta del PPCV, Isabel Bonig, supone una «victoria de toda la sociedad» contra el «chantaje lingüístico» de Marzà.

Acompañada del presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, Bonig quiso agradecerle públicamente tanto a su persona como a la institución que preside que hayan inducido al conseller de Educación a «claudicar» en sus propios programas lingüísticos.

La Corporación alicantina fue el organismo responsable de conseguir la suspensión cautelar del anterior decreto a través de la presentación de un recurso al TSJ-CV. Ahora, no solo se trata de una paralización de los planes lingüísticos de Marzà, sino de una modificación completa de los programas.

Esta nueva propuesta teórica presentada ayer, fija para los colegios -tanto públicos como concertados- un mínimo del 25 por ciento de horas lectivas tanto en castellano como en valenciano y entre un 15 y un 25 por ciento en inglés, lo que desliga el incremento de horas de la lengua extranjera a un aumento de horas en valenciano, tal y como se contemplaba en el decreto de plurilingüismo que suspendió el TSJCV.

Esta modificación en los programas lingüísticos supone, en palabras del delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, «un reconocimiento del error cometido», y evidencia que el Consell da ahora «marcha atrás.

A pesar de no haber sido informados, desde el PP aplaudieron esta medida, la cual calificaron de un «avance». Una «rectificación» que al propio Marzà debería costarle el puesto, y así se lo transmitieron públicamente al presidente del Consell, Ximo Puig, a quien instaron al cese inmediato del conseller de Educación.

Optimistas pero también críticos con el «modus operandi» del gobierno valenciano, se mostraron desde las filas de Ciudadanos, quienes criticaron que «este proyecto de ley llega muy tarde» y que «el Consell debería haber sido más ambicioso, empezando a trabajar de verdad hace dos años y no ahora, tras el caos educativo generado», alegó la síndica de Ciudadanos (Cs) en Les Corts, Mari Carmen Sánchez.

Con todo, la «polémica» sobre los programas lingüísticos de la enseñanza no universitaria en la Comunitat todavía no ha culminado, dado que esta propuesta deberá superar trámites de participación pública y el preceptivo en Les Corts. Y, en caso de ser finalmente aprobado -y por primeras reacciones es cuanto parece- este nuevo proyecto de ley, no sería puesto en marcha hasta dentro de tres años.

Con todo, tanto la oposición como los colectivos que integran la comunidad educativa declararon que quieren ser «cautos y previsores», de manera que estudiarán de fondo su contenido para evitar que se trate de «una fachada de un proyecto que falte a la verdad».