Valencia

El Puerto de Valencia cierra 2018 con un resultado positivo de 33 millones

La cifra de negocio cae por la reducción de las tasas a navieras

El Puerto de Valencia cierra 2018 con un resultado positivo de 33 millones
El Puerto de Valencia cierra 2018 con un resultado positivo de 33 milloneslarazon

La Autoridad Portuaria de Valencia (APV) ha cerrado 2018 con un resultado positivo antes de impuestos de 33,3 millones de euros, lo que supone un aumento del 4,7 % respecto al año anterior, y su resultado de explotación ha superado los 36 millones.

El Ebitda (beneficio bruto de explotación) se situó en 81,5 millones y el flujo de caja ascendió a 72 millones en un ejercicio en que la cifra de negocio fue de 138 millones, un 0,9 % menos que en 2017, debido a las reducciones aplicadas a las navieras en tasas de buque y de pasaje, según ha informado en un comunicado.

El puerto logró su objetivo de seguir reduciendo el endeudamiento y cerró el año con una deuda a largo plazo inferior a los 400 millones, frente a los 430 de 2017 y al máximo histórico registrado en 2011 que superó los 600 millones.

El Consejo de Administración de la Autoridad Portuaria ha aprobado las cuentas anuales individuales y consolidadas, que han recibido el informe favorable por parte de la Intervención General de la Administración del Estado sin salvedades.

Además, el Consejo revisó el plan de inversiones, que prevé 800 millones de inversión entre 2020 y 2028.

Según el director general de la APV, Francesc Sánchez, si se cumple todo lo proyectado “estamos ante un periodo de inversiones considerable” y ello puede llevar a buscar financiación en los mercados.

Sobre los resultados del ejercicio, Sánchez los ha calificado de “muy positivos” dado que se han bajado las tasas, en concreto la tasa a la mercancía por orden del Ministerio de Fomento y el coeficiente corrector de la tasa al buque por parte de la APV, que ha permitido una reducción de esta tasa de un 14 %.

El presidente de la APV, Aurelio Martínez, ha afirmado sobre la deuda que como límite se ha marcado que en el escenario más adverso posible nunca se superen los 600 millones de euros.