«El teatro verdadero es algo más que una simple crítica social de la realidad»

En tiempos de crisis la inversión en ocio y cultura por parte de los ciudadanos se ve mermada, una problemática que también afecta directamente al teatro sobre el que, al igual que el resto de sus compañeras escenográficas, recae el temido IVA cultural. A pesar de que corren tiempos difíciles para el sector, Victoria Savelieva, directora de la compañía Teatro Clásico Mediterráneo, formada en la famosa escuela del Teatro Psicológico Ruso de Stanislavskiy y Miguel Chejov, ha conseguido alcanzar el éxito con «La dama boba», basada en la obra teatral escrita hace más de 400 años por Lope de Vega.

Esta representación fue galardonada en el Primer Certamen Iberoamericano de Teatro «Ciudad de Trujillo» en 2013, y tras más de dos años en escena, el pasado mes de junio también se alzó con el «Ciutat de Dénia» a la mejor actriz por el papel protagonista de la valenciana Pilu Fontán. Un hecho que refuerza el triunfo de la obra basada en uno de los autores más importantes del Siglo de Oro español.

Para su directora de escena, la contemporaneidad también reside en los textos clásicos. «Los problemas de los siglos anteriores son los mismos que los actuales, porque la moda cambia pero el alma humana y los temas más profundos, no». Asimismo, en ese punto es donde, a su criterio, reside el éxito del espectáculo, «a la gente le gusta el teatro verdadero, el que habla de los problemas de la existencia humana, problemas que un dramaturgo como Lope de Vega ya recogían con suma sensibilidad.

Desde esta perspectiva, el teatro no debe ser entendido como algo «superficial» ya que si no se sabe hacer, «la obra muere». Por eso, a través de «La dama boba», Savelieva coge el ritmo del verso y profundiza en el contenido psicológico para captar la atención del espectador. «Hay que tocar el corazón de los espectadores, que olviden los problemas de su vida y respiren con los personajes del teatro».

«Eso es mi profesión. Entender y construir bien la psicología humana, la vida de un alma humano. Y no solamente esto, para montar bien un espectáculo un director de escena debe conocer el arte en general».

Siguiendo esta línea, también ha sabido potenciar la importancia del arte como función didáctica con su objetivo de traer el contenido de un dramaturgo de finales del siglo XV y principios del XVI a la actualidad. «Hicimos un pase para adolescentes y gustó mucho, se les veía interesados en el teatro como personas que pronto entrarán a formar parte de la vida adulta», confesó.

Contenta con el éxito cosechado por haber representado la obra en distintas ciudades españolas, la directora de escena afirmó que se encontraba actualmente preparando la versión completa de su creación con un reparto de 14 personajes y una duración de dos horas y veinte minutos con un entreacto.