Comunitat Valenciana

El transporte sanitario, en el punto de mira

Pagar cinco euros por los traslados al hospital, cambiar médicos por paramédicos en las ambulancias... La Sanidad pública estudia nuevos ajustes

El transporte sanitario, en el punto de mira
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El plan del Ministerio de Sanidad de cobrar cinco euros por el traslado al hospital (diez si es un desplazamiento de ida y vuelta) a los pacientes que vayan a recibir tratamiento, ha provocado un aluvión de críticas entre usuarios y personal médico, que consideran que la medida perjudicará de manera significativa la calidad de la asistencia sanitaria y, en especial, al bolsillo del paciente.

Sin embargo, esta no es la primera vez que los servicios de ambulancias se encuentran en el punto de mira de la Administración pública. Hace un año, fuentes de la Conselleria de Sanidad desvelaban un plan para sustituir a médicos del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) por enfermeras y paramédicos. Así, el Departamento que dirigía entonces Luis Rosado valoraba la posibilidad de eliminar la figura del médico a bordo de los vehículos sanitarios y que, de manera paulatina, se fuera reemplazando a los galenos por enfermeras y, posteriormente, por técnicos o paramédicos, aunque esta titulación como tal no existe aún en España.

No obstante, el modelo, que ya emplean otros países europeos, no convenció entonces al colectivo médico, que meses más tarde denunciaban los fallos de esta iniciativa. De hecho, según cuenta al respecto la presidenta del Colegio de Médicos de Valencia, Rosa Fuster, las pruebas piloto que llevó a cabo Sanidad este verano no funcionaron. «No hubo sustituciones en los equipos SAMU e incluso hubo restricciones en cuanto a contratación». Por ejemplo, critica que, durante la época estival, en Valencia «solo el treinta por ciento de las SAMU llevaban un médico a bordo, así que cuando se daban situaciones críticas en las que se requería su presencia, se veían obligados a llamarles a la base, desde donde, con su propio coche o en taxi, se desplazaban al lugar de los hechos».

Por ello, la comisión de Urgencias del Colegio y el colectivo SAMU remitieron una queja formal al conseller explicando que una atención médica urgente «no la puede ofrecer otro que no sea un médico».

El dolor desatendido de los mayores

Hasta un ochenta por ciento de la población mayor de 65 años sufre dolor crónico, sobre todo asociado a patologías crónicas. Pero aunque las personas mayores son las que experimentan más dolor, son también las que menos tratamiento reciben e incluso están excluidos de los ensayos clínicos con analgésicos. Así se puso ayer de manifiesto en la octava jornada anual sobre «El dolor es evitable», organizada por la Fundación Valenciana de Estudios Avanzados (FVEA). Su secretario, Santiago Grisolía, aseguró que «si no hacemos ninguna barbaridad, llegaremos a los cien años». El jefe del servicio de Tratamiento del Dolor en el Hospital General de Valencia, José de Andrés, destacó que el envejecimiento «debe ser disfrutado y saludable, no tiene por qué ser un axioma la asociación entre estar viejo y estar enfermo».

La situación no ha mejorado tras el verano, pues, según Fuster, «muchos equipos siguen funcionando sin médico». Los servicios, denuncia, «están sobrecargados» y el riesgo que se corre es que al final sea el paciente el damnificado. «Cuando llega una ambulancia, el enfermo espera ver un médico y que sea, con todos mis respetos, personal de enfermería, no es lo más aconsejable».