Autonomías

Fabra reunirá a los Jaime I para que diseñen el modelo de financiación

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se negó a contestar al grupo Compromís, porque no condenaron las amenazas al PP
El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se negó a contestar al grupo Compromís, porque no condenaron las amenazas al PPlarazon

Los cuatro grupos políticos que conforman Les Corts estaban de ayer de acuerdo en un asunto. Todos querían hablar de la financiación autonómica, incluso coincidían en la necesidad de mejorarla. Un punto de partida perfecto para escuchar un debate enriquecedor, pero ni con estas.

El presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, anunció durante la sesión de control su intención de liderar la revisión del modelo de financiación para que la Comunitat reciba el dinero que le corresponde según el número de habitantes. Para dotar esta reivindicación de un informe técnico, avanzó que convocará a la Comisión de Economía de los Premios Jaime I para que haga un estudio que evalúe el sistema actual y proponga uno nuevo que sea justo para todos los españoles.

El anuncio no suscitó interés alguno entre la oposición. El portavoz del PSPV, Antonio Torres, exigió a Fabra que ordene a los 20 diputados valencianos populares a votar a favor de la propuesta que realizará el PSOE en este sentido.

El portavoz de Compromís, Enric Morera, y la de EU, Marga Sanz, habían planteado cuestiones en la misma línea. Sin embargo, Fabra se negó a contestar a Morera, quien expuso exactamente la misma propuesta que defendió el presidente de Les Corts, Juan Cotino. Exigir al Estado una «quita» de 11.000 millones por la reiterada infrafinanciación.

Fabra subió a la tribuna y pidió a Morera que rectificase a un concejal de Alfafar, que dijo en su cuenta de Facebook al respecto del PP, «o los tiramos votando o los tiramos con escopeta». Morera le respondió al presidente que no tenían concejales en Alfafar y lo comparó con el violinista del Titanic. Fabra corrigió y dijo que se trataba del coordinador, al que «no votaron ni en su pueblo». Morera no hizo caso y siguió preguntando. Ningún miembro del Gobierno le respondió. Morera se disculpó en los pasillos, tras acabar la sesión de control, «no quería perder tiempo de pregunta».