Valencia
Joaquín Sorolla y José Benlliure vuelven a estar juntos en Valencia
La Fundación Bancaja recoge en una exposición cuatro obras de cada uno de los pintores valencianos
La Fundación Bancaja recoge en una exposición cuatro obras de cada uno de los pintores valencianos
La Fundación Bancaja de Valencia reúne en su nueva exposición «Sorolla y Benlliure. Pinceladas de una amistad» a dos grandes de la cultura valenciana, Joaquín Sorolla y José Benlliure. Dentro de la muestra, «Las cuatro estaciones» de Benlliure serán presenciadas por el público por primera vez en su historia. Se trata de las cuatro obras que realizó el pintor valenciano con motivo de las cuatro estaciones.
Todo esto ha sido posible gracias a la restauración por parte de la Fundación Bancaja. En los cuadros se pueden observar a ocho amorcillos en diferentes situaciones que pueden recordar a cada una de las estaciones.
A los cuadros de José Benlliure se unen cuatro obras de Joaquín Sorolla: «Retrato de una dama», obra de sus inicios; «Cabeza de niña con flores», cuadro en el que todavía no se puede observar su personalidad; «Otoño. La Granja», obra pintada poco antes de su salto a Estados Unidos; y «Yo soy el pan de la vida», un cuadro en el que predomina el simbolismo cristiano.
La Fundación Bancaja ha respetado todo lo posible la obra de Benlliure, por eso el proceso de restauración ha querido mantener la unidad cromática inicial de la obra, aunque como destaca la Fundación, «las pérdidas de imprimación y capa pictórica fueron rellenadas con estuco y las faltantes de color fueron reintegradas cromáticamente con acuarela».
Entre el Tíber y el Turia
Valencianos los dos, pero una amistad que se forjó en Italia. La aventura de Sorolla en Roma comenzó en el año 1885 y acabó en 1889. La capital italiana era el lugar donde vivía José Benlliure desde el año 1879 y en la vida de los pintores su relación pasó de la diplomacia a la amistad. Así lo demuestran la multitud de cartas que se enviaron desde Valencia hasta Roma y que también se pueden observar en la muestra.
No solo se forjó una buena relación entre ellos, también era buena la de sus familias, tal y como lo demostró Sorolla cuando se convirtió en el maestro del tercer hijo de José Benlliure, Peppino Benlliure.
Una unión que estuvo marcada por la muerte y la enfermedad entre ambas familias. Pero si algo unió más a estos dos grandes valencianos fue la construcción de un Palacio de Bellas Artes e Industrias, algo que se quedó en un sueño ya que la ciudad de Valencia y el mundo nunca lo pudo ver hecho realidad.
La exposición «Sorolla y Benlliure. Pinceladas de una amistad» se podrá visitar en la Fundación Bancaja de Valencia hasta el 22 de marzo de 2020.
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