Salud
La embarazada debe evitar contacto con el plomo
La mujer embarazada, desde el momento de ser consciente de su estado, debería evitar cualquier contacto con materiales como el plomo o sus derivados, de uso común por ejemplo en la industria cerámica o en la fabricación de pinturas, según explica el Jefe del Servicio de Prevención de Hospitales Nisa, pedro Soto, con motivo de la celebración del Día Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo, para subrayar la importancia de tener unas condiciones laborales adecuadas.
De igual manera, la exposición a radiaciones ionizantes, como las que se producen en los tratamientos de radioterapia, o a los derivados de mercurio es también perjudicial para el bebé. También está desaconsejada la exposición a temperaturas extremas de más de 36 grados centígrados o menos de cero grados centígrados, durante la mitad de la jornada laboral. Estas últimas son frecuentes en determinadas empresas de alimentación o cuando hay que entrar de forma recurrente en cámaras frigoríficas.
Por lo que respecta a los riesgos ergonómicos, destaca que es contraproducente mantener una postura fija y sin cambios durante la parte final del embarazo, especialmente si se trabaja en un ritmo impuesto, como lo que ocurre con las operarias de las cadenas de montaje. Tampoco es recomendable adoptar una postura de «cuclillas» de forma continuada a partir de la semana 26 de gestación, entendiendo en este caso más de un par de veces a la hora. Una posición relativamente frecuente en el caso de personal de limpieza.
Una de las grandes preocupaciones para una mujer embarazada, trabajadora o no, es evitar levantar peso. También asegura que en embarazos de curso normal, salvo que haya contraindicación por parte del ginecólogo, es seguro levantar un peso de hasta 15 kilos en condiciones favorables hasta la semana 18-20 del embarazo. A partir de esas fechas debe evitarse la manipulación de cargas, incluso aunque sean inferiores a 10 kilos.
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