Tribunales
La juez considera que los Cotino pagaron 10,5 millones en sobornos a Zaplana y sus testaferros
Los Cotino obtuvieron 86,5 millones de la venta de los parques eólicos y las plantas de la ITV
La juez que investiga la causa Zaplana considera que el grupo Sedesa, liderado por Vicente Cotino, pagó diez millones y medio de euros en concepto de sobornos, para obtener las adjudicaciones de tres zonas del Plan Eólico, y las plantas de la Inspección Técnica de Vehículos de Castellón.
Los hermanos José y Vicente Cotino obtuvieron importantes plusvalías con la venta posterior de las adjudicaciones por valor de 86.511.400 euros.
De los diez millones de euros en «mordidas», alrededor de siete los habría cobrado Zaplana, según se expresa en el sumario, del cual el secreto de una parte fuem levantado por la juez, y alrededor de tres millones habrían ido a parar a manos del que fuera su jefe de Gabinete, Juan Francisco García, siempre según el relato de la juez.
El mecanismo para el cobro de las comisiones ilegales pasa por la creación de dos empresas principales radicadas en Luxemburgo y denominadas Imison Internacional y Fenix Investments.
La sociedad Asedes Capital, del grupo Sedesa propiedad de los Cotino, habría adquirido participaciones, materializando con ello los pagos a las sociedades luxemburguesas, «pagos que se presumen de comisiones ilícitas derivadas de las adjudicaciones», según consta en el sumario.
Parte del capital de las presuntas mordidas habría vuelto a España, concretamente 2.900.000 euros que presuntamente habría repatriado ya Eduardo Zaplana, «existiendo indicios de que el resto podría encontrarse en Uruguay, en las sociedades mencionadas Misnely y Disfey, o en Panamá». Cabe señalar que la semana pasada la juez dictó la libertad condicional del expresidente de la Generalitat y explicó que el Juzgado había conseguido inmovilizar 6,7 millones de los que casi 6,5 serían de Zaplana y el resto de otros testaferros.
En cualquier caso, la cantidad exacta del dinero que se intenta incautar a Zaplana no se conoce a ciencia cierta al estar precisamente esta parte de la investigación sujeta aún a secreto del sumario, levantado ayer en parte.
Uno de los testaferros de la operación es Joaquín Barceló, que también fue detenido y encarcelado junto a Eduardo Zaplana, y liberado también a la vez que el expresidente.
Barceló es fundador de Medlevante, sociedad participada por Imison Internacional y más tarde por otras sociedades uruguayas Misnely y Disfey. También lo es de Costera del Glorio, «todas ellas relacionadas entre sí y partícipes de la salida de España del dinero de las comisiones». Esta última empresa compró un piso en Madrid, en la calle Núñez de Balboa, que era de «propiedad encubierta» de Eduardo Zaplana, además de regalar al matrimonio un coche valorado en 50.000 euros y un yate como parte del dinero de las «mordidas».
Señalan también los investigadores que la secretaria de Zaplana Mitsouko Flerida Henríquez era conocedora de todo.
Otro de los testaferros de Zaplana sería Washington Fernández Belhot, administrador de la empresa Plaza Fountains que podría haberse «llevado parte de los fondos no localizados».
Además, el exjefe de Gabinete de Zaplana, Juan Francisco García, habría cobrado 3.541.351 euros por la adjudicacion de los parques eólicos y las estaciones de ITV. García habría repatriado estos fondos en 2012 acogiéndose a la amnistía fiscal y pagando por ello 233.000 euros de impuestos.
Entre los múltiples decomisos ordenados por la juez se incluyen plazas de garaje y propiedades inmobiliarias del también expresidente de la Generalitat, José Luis Olivas, ya que se infiere que las facturas falsas que confeccionó para Vicente Cotino y por lo que ambos ya fueron condenados, podían ocultar comisiones ilegales de esta causa.
Una historia imprecisa y rocambolesca
Las imprecisiones que rodean al origen de la investigación no se han concretado suficientemente con el levantamiento del secreto del sumario. Al parecer, la «hoja de ruta» donde aparecía la estrategia para la adjudicación de las zonas del Plan Eólico se halló entre la documentación que la Guardia Civil decomisó del despacho de abogados que defendía a Marcos Benavent (Yonki del dinero) durante la investigación de la causa Taula. El papel, siempre según las declaraciones que ha ido haciendo Benavent se la entregó un sirio que vivía en la vivienda que anteriormente habitó Zaplana, y que al cabo de un año de vivir en ella encontró un sobre junto a la caja fuerte del dormitorio principal donde estaba dicha «hoja de ruta». Este misterioso sobre aparece, en otra versión de los hechos recogida por el sumario, «en la basura que queda en el piso cuando lo deja Zaplana. Y existe una tercera, más rocambolesca aún, que habla de un falso techo que ocultaba estos documentos.En cualquier caso
el origen de la investigación, sea un soplo o una hoja de ruta olvidada no está clara. En las declaraciones tanto del «yonki del dinero» como del sirio en cuestión, quedan partes ambiguas, sino contradictorias, sobre las que no se ha profundizado.
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