Valencia

La Virgen de los que más sufren

Miles de valencianos muestran devoción a la «Geperudeta» en el tradicional traslado

Miles de valencianos mostraron ayer el fervor y devoción que despierta la Virgen de los Desamparados en su tradicional traslado desde la Basílica hasta la Catedral, en cuyo recorrido no faltaron piropos, aplausos, lloros y los «viscas» a la Mare de Déu.

Un año más como desde hace cuatro siglos, el segundo domingo de mayo, la imagen peregrina de la popularmente conocida como «Geperudeta» abandonó la Basílica para realizar un pequeño recorrido que se hace lento por el intento de los fieles de acercarse a ella a fin de tocar su manto.

De nuevo se pudo ver a padres que alzaban a sus hijos por encima de la gente para que llegaran hasta la Virgen, que viajaba casi en volandas entre los piropos y vítores que no dejaban de lanzarle sus fieles durante el camino a su destino final, con entrada por la puerta de los Hierros.

Como cada año, los actos de homenaje arrancaron a las cinco de la mañana con la misa «descoberta», a la que siguió a las ocho, el acto litúrgico central, la «Missa d’Infants», presidida por primera vez por el cardenal arzobispo Antonio Cañizares y concelebrada por varios obispos, vicarios episcopales y sacerdotes.

El oficio se realizó frente al tapiz instalado en la plaza que este año, con una medida de 11 metros de alto y 8,5 metros de ancho y 370 kilos de flores, representaba el momento de la «descoberta» de la imagen en la tradicional misa en la Basílica.

En esta jornada, Cañizares hizo un llamamiento para «estar atentos a las carencias y necesidades de los hombres», pero también a «no estar ajenos al desamparo fundamental en nuestro tiempo: la carencia e indigencia de Dios».

Persecución, exilio y pateras

Además, apremió a «ser conscientes de que toda persona es un sagrario vivo e inviolable, un portador de Cristo, que se identifica singularmente con los pobres, los que padecen hambre o sed, los que no tienen techo bajo el que vivir, los desahuciados, los que carecen de vestido, están enfermos, son extranjeros o inmigrantes, están privados de libertad, viven en las esclavitudes antiguas o nuevas, están amenazados en sus vidas o son privados de ella vilmente con la persecución o el exilio, mueren perseguidos por su fe o en las pateras que surcan el mar buscando una situación mejor para sí mismos o sus familias...».

Entre las autoridades presentes en estos actos estaban el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, y varios miembros de su gobierno; así como el presidente de Les Corts, Alejandro Font de Mora; la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y el delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Serafín Castellano.

Tras el traslado, a mediodía tuvo lugar la solemne misa Pontifical en la Catedral ante la imagen peregrina de la Mare de Déu, que también presidió el cardenal.