Comunitat Valenciana

Las ratas proliferan sin control por las calles de Valencia y sus jardines

Los vecinos de diferentes barrios se alarman ante el aumento de estos roedores

En algunos casos las ratas son atropelladas por los coches que circulan por la calzada
En algunos casos las ratas son atropelladas por los coches que circulan por la calzadalarazon

Los vecinos de diferentes barrios se alarman ante el aumento de estos roedores

Al caer la tarde, poco antes de que el sol se esconda, pegadas a los bordes de las aceras, trepando por algún árbol o intentando refrescarse alrededor de las fuentes de los parques de la ciudad, aparecen ratas que se dejan ver sin ningún rubor por los vecinos que a esas horas pasean por las calles buscando la brisa del atardecer.

Los ciudadanos de diversos barrios de la ciudad de Valencia han denunciado la proliferación de roedores en las últimas semanas y así lo se lo han hecho saber las asociaciones vecinales tras cruzarse con el peludo animal. Desde la Federación de vecinos, su presidenta, María José Broseta, alertó de las denuncias recogidas en los barrios de Marchalenes y Torrefiel, lugares donde, no solo podían verse pasear pegadas a los bordillos, sino también en los jardines.

Los vecinos apreciaron agujeros en los troncos de los árboles donde podían anidar. Las quejas llegaron también de otros lugares. La Malvarrosa, Ruzafa y Antiguo Reino de Valencia, Guillém de Castro, las Grandes Vías e incluso en la Plaza del Ayuntamiento refrescándose en los jardines de la fuente y junto a los pies de los turistas que inmortalizan su estancia en Valencia.

Desde el Partido Popular en el

Ayuntamiento, la concejala Lourdes Bernal presentó ante la Comisión de Medio Ambiente y Cambio Climático diferentes preguntas relacionadas con esta cuestión. Los responsables municipales aseguran que la nueva contrata de control de plagas se formalizó el 7 de junio y que se está actuando según los protocolos previstos. «El problema es que se ha actuado tarde» asegura Bernal y las ratas han podido reproducirse a sus anchas. Hay que recordar que, según los científicos, una pareja de estos roedores puede tener en un año alrededor de 300 descendientes. Ese es el motivo fundamental por el que no debe bajarse la guardia en el control de esta plaga, que puede convertirse en un grave problema de salud.

Bernal considera que la actuación llega tarde, cuando roedores, cucarachas y mosquitos están en plena expansión. Señala, además, que desde los centros de salud se ha recomendado a los padres evitar que los niños vayan a los jardines públicos por los problemas con las picaduras de mosquito. Esto sin entrar en la plaga de cucarachas.