Valencia

Lukas Ulmi, envuelto de geometría

La galería Set Espai d'Art de Valencia inaugura «Laberintos visuales», una muestra de esculturas que crean dibujos en el espacio en movimiento

Ulmi es un experto en dialogar con el vacío, configurando obras que engañan a la vista
Ulmi es un experto en dialogar con el vacío, configurando obras que engañan a la vistalarazon

La galería Set Espai d'Art de Valencia inaugura «Laberintos visuales», una muestra de esculturas que crean dibujos en el espacio en movimiento

La particular visión de la realidad del artista Lukas Ulmi llega a Valencia de la mano de la galería Set Espai d'Art con la exposición «Laberintos visuales».

Unas veinte esculturas tan sorprendentes que cambian hasta los puntos de vista. Porque este creador en continua evolución da un paso más en su trabajo y se envuelve de geometría para configurar piezas únicas e irrepetibles.

Estos dibujos en el espacio, creados para vivir en un movimiento ficticio ya que las piezas están quietas, se podrán visitar en la galería valenciana hasta el 16 de noviembre.

En palabras de Rosa Ulpiano, encargada de elaborar el texto que acompaña la muestra, el espectador se encuentra ante objetos trazados mediante la arqueología del lenguaje.

Lo cierto es que Ulmi es un auténtico experto en dialogar con el vacío, configurando creaciones que pretenden engañar a la vista y conducirla por esos laberintos tramposos e inesperados.

Además, como también sostiene Ulpiano tomando las afirmaciones del escultor Robert Morris, el minimalismo de estas piezas no quiere decir que pierdan calidad. «Simplicidad de formas no quiere decir, necesariamente, simplicidad de vivencia artística».

Pero además, a ese extraño movimiento que envuelve sus obras se le podría calificar de insólito. Si las cosas dependen del cristal con que se miren, estas obras varían dependiendo del sujeto que se sitúa a contemplarlas. En consecuencia, se observa como las construcciones pueden montarse de maneras distintas, según la característica del lugar donde se efectúe la instalación, prevaleciendo la coexistencia dialéctica de las formas.

Pero también, como sostiene Ulpiano de nuevo, este artista tan poco convencional es, a su vez, un fabulador. Un contador de historias inenarrables, capaces de despertar sensaciones ocultas. Y como se puede deducir, la luz es un elemento muy importante para vislumbrar su arte.

Finalmente, como concluye la autora del texto de la exposición, el laberinto al que Lukas Ulmi se enfrenta es un mismo símbolo que puede servir para evocar las realidades invisibles, el destino humano o como en el cuento, la voluntad inescrutable de Dios, el misterio de la obra de arte.