Bibliotecas y Museos
Oteiza, sin medias tintas
«Los artistas también tienen su intimidad. Es importante poder exponer lo más inédito y lo más privado». Con estas palabras la directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Consuelo Císcar, invitaba a los amantes del arte a sumergirse en «Oteiza: íntimo y secreto», la última exposición del museo que recoge más de un centenar de dibujos del escultor vasco.
Diez años después de su fallecimiento, el propio Oteiza no hubiera imaginado que sus ideas, bocetos y garabatos conformarían una muestra nunca antes expuesta en Valencia.
Y es que es quizás este pudor por reservar para sí mismo aquello que su particular mente le dictaba, lo que invita a detenerse en una muestra inusual, divertida y, en ocasiones, perturbadora.
Comisionada por Francisco Calvo Serraller, uno de los seis apartados en los que se divide la exhibición es el que cobra más peso. La serie «Erótico-política» se erige para mostrarnos la particular percepción de un Jorge de Oteiza, Premio Príncipe de Asturias de las Artes en 1988, que se sirve del sexo para criticar la situación de su país.
Objetos fálicos, explícitos actos sexuales y mucha rabia e ira contenidas ejemplifican la peculiar forma de vivir y sentir de Oteiza, una vida que se traducía en esas esculturas totémicas que paralizaban el habla.
Pero también las secciones «Figuras», «Euskara», «Ley de los cambios», «Geométrico-constructivista» y «Suite Faraldo, que incorporan una selección de acuarelas, piezas de «collage» y dibujos elaborados con tiza, carboncillo, lápiz, tinta sobre papel, cartulina o cartón, nos acercan al escultor vasco sin medias tintas.
Pero además, esta «intromisión» en la identidad del escultor no solo se hace a través de sus dibujos, sino que también se pueden ver cuadernos, esculturas y libretas que recogen en letras el universo de este creador, quien un día afirmo que «noté que de mis esculturas salían palabras».
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