Hollywood
¡Pisa Morena! y olé
¿Qué tienen en común mujeres tan distintas como Sara Montiel, Concha Piquer, Raquel Meller o Pastora Imperio? La respuesta se encuentra en el Centro de El Carmen de la ciudad de Valencia, un museo que se lanza al folclore para homenajear con «¡Pisa morena! Cuplé, copla y baile en la época de Sorolla» este tipo de manifestaciones artísticas de los siglos XIX y XX.
A partir del retrato que el maestro Joaquín Sorolla realizó de la cupletista y «violetera» -como se le conocía popularmente- Raquel Meller, el centro de artes valenciano invita a reflexionar sobre el arte de la danza, la música popular y, sobre todo, el arte, mucho arte.
Porque si algo tienen en común estas cuatro mujeres irrepetibles es la capacidad que tuvieron de romper las reglas establecidas y convertirse en verdaderos iconos que aún perduran en el imaginario colectivo.
La primera retratada, la «vedette» Raquel Meller, aparece en un lienzo de Sorolla pintado en 1918. Blanca como las camelias y desprendiendo sensualidad, se sitúa como una de las piezas que pocas veces se han visto en Valencia.
A ella se suma la incomparable «Concha Piquer» que retrató el pintor Manuel Benedito. Con su particular pose altiva y vestida de rojo, la gran dama de la copla ha sido adquirida por el Banco Sabadell CAM por no más de 14.000 euros. Esta entidad ha cedido a la Conselleria de Cultura esta pieza para que forma parte de la muestra. Más tarde, se incorporará durante un tiempo a los fondos del Museo de Bellas Artes San Pío V de la capital del Turia. Una pintura única que revive una época en la que «la Piquer» era la dueña de la copla.
Pero además, la exposición no se deja a uno de los iconos del flamenco mundial. La bailaora Pastor Imperio, bautizada en su momento por Jacinto Benavente, fue pionera en el arte del baile. Sus característicos brazos en el aire y ese semblante gitano la convirtieron en la artista más nombrada del primer tercio del siglo XX. En «¡Pisa morena!» aparece por duplicado gracias a dos esculturas del maestro Mariano Benlliure que se exhiben para deleite de todos lo valencianos y visitantes. En cerámica esmaltada y cubierta de metal, esta Pastora Imperio nacida de las manos de Benlliure es el vivo retrato de su perpetuidad, la que la colocará en el universo de las estrellas como la primera que llevó una bata de cola en el escenario.
Si se escucha la palabra cuplé, inevitablemente viene a la memoria la gran Sara Montiel. Sarítisima fue una de las grandes del cine, no solo del español, sino que triunfó en Hollywood y era venerada en México. El pintor Antonio de Felipe creó «Sara», una de sus pinturas más reconocidas que vuelve a poner de relieve que, tanto la copla como el cuplé, también pueden ser modernos.
Por ello, no es de extrañar el curioso maridaje que provocan estas cinco obras, distantes en el tiempo y que ejemplifican generaciones distintas unidas por el talento y la transgresión.
Las cuatro reinas de la canción y la danza comparten espacio en una exposición que se podrá visitar hasta enero del año que viene y que se acompaña de un audiovisual y diversas fotografías de la época.
Todas ellas sirven de excusa para ahondar en obras de reconocido prestigio internacional. Principalmente, la Raquel Meller de Joaquín Sorolla es un reclamo para pasear por una época con personajes ilustres como el rey Alfonso XII y la princesa Victoria Eugenia de Battenberg; el maharajá de Kapurtala, Romero de Torres o Ramón María del Valle-Inclán. Todos ellos contribuyeron a crear estos cuatro mitos del arte.
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