PROBLEMAS PARA SÁNCHEZ

Los concejales socialistas de Simat de la Valldigna (Valencia) le han hecho un flaco favor al PSOE, también los de Compromís a su partido, al apoyar una moción solidarizándose con los «alcaldes acusados por la Fiscalía de facilitar locales, y a las personas, instituciones y colectivos que apuestan por decidir su futuro a través de las urnas». Para que no haya duda, añaden su repulsa a «los que se oponen a ello confiscando urnas e impidiendo decidir a través del referéndum». Con ello, los ediles socialistas han dejado patente de qué lado están, como ya lo hicieron tras las elecciones al apoyar la designación de un alcalde de Izquierda Unida, con tan solo dos de los nueve concejales, y hacerle la pinza al PP que había obtenido cuatro.

Lo cierto es que el PSOE de Pedro Sánchez tiene un problema a la hora de tomar postura en el golpe de Estado perpetrado por los separatistas catalanes. Si ya él nada entre dos aguas como puede, sus huestes se encargan de aclarar las preferencias de su organización. Otro tanto puede decirse de Compromís, que durante estos dos años de legislatura han evitado pronunciarse sobre su genes nacionalistas y procatalanistas. Llegado el momento, sus cargos públicos van aclarándolo.

Lo comprobamos hace unos días cuando varios de sus prebostes institucionales como el presidente de las Cortes valencianas, Enric Morera, y la vicepresidenta del Gobierno autonómico, Mónica Oltra, apoyaron los movimientos secesionistas de sus homólogos catalanes. Un día más tarde, Oltra intentó dar marcha atrás de forma poco creíble. Era demasiado tarde para ocultar su verdadera orientación. Así es la vida.