Comunitat Valenciana

Puig disfraza los datos de pobreza en la región para ocultar que supera la media

El presidente Puig hizo ayer referencia al índice Arope para decir que éste desciende más en la Comunitat que en el resto de España, pero obvió que la región está en índices superiores

El presidente Puig leyó los datos que le entregó Mónica Oltra en el último momento
El presidente Puig leyó los datos que le entregó Mónica Oltra en el último momentolarazon

El presidente Puig hizo ayer referencia al índice Arope para decir que éste desciende más en la Comunitat que en el resto de España, pero obvió que la región está en índices superiores

El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, hizo ayer una rápida reinterpretación de los datos del índice de pobreza que el PP había sacado a relucir durante la sesión de control, para asegurar que el descenso en la Comunitat Valenciana había sido mayor que en el resto de España.

Pero obvió que también se parte de situaciones bien distintas ya que la tasa de riesgo de pobreza o exclusión social (indicador Arope) es muy superior en la Comunitat Valenciana respecto al resto de España.

Así, dicho indicador en el caso de España se sitúa en el 28,6, mientras que en la Comunitat Valenciana crece más de cuatro puntos y alcanza los 32,9 puntos.

Sentada esta premisa básica, sí que es cierto que del año 2014 al 2015 el índice Arope desciende más en la Comunitat que en el resto de España, concretamente un 1,8, frente al 0,6 de la media nacional.

Pero el presidente Puig ayer se quedó con una rápida resta realizada de cabeza para decir que la pobreza en la Comunitat desciende más que en el resto de España sin precisar que la región parte de una situación mucho peor.

Es más, la Comunitat Valenciana supera a la media nacional en todos los indicadores que recoge este informe y que no solo es el ya expresado índice Arope, sino también en lo que respecta a la carencia material severa o a los hogares con «baja intensidad en el trabajo», es decir, con la mayoría de sus componentes en paro.

Por su parte , el PP, en boca de la síndica Bonig dijo que «el mestizaje de la Administración valenciana lleva a la paralización de la Comunitat y aleja la inversión». La portavoz añadió que «los ciudadanos no sabemos si podemos ir a comprar o no en domingo, no hay seguridad jurídica, los sectores tradicionales, como la cerámica, no reciben ni un euro de apoyo, pero para Raimon hay 300.000 euros».

El PP criticó también que «se anuncia un banco público a la venezolana, sin ficha bancaria, que se pondrá en marcha en 2018 y con cinco millones de euros».