Solo el 6 por ciento de los que se marchan han nacido en España

«La crisis económica ha detenido las entradas de población extranjera. Además, existen indicios de un ligero retorno a los países de origen. Pero este retorno puede estar dándose más entre las personas que ya han conseguido la nacionalidad española que entre los que todavía son considerados 'extranjeros'. Son estas salidas las que pueden estar apareciendo como emigración española, pero todavía no hay datos precisos que demuestren la importancia de la emigración de españoles nacidos en España».

Las conclusiones del último informe anual sobre migraciones e integración que elabora el Centro de formación, investigación para la integración e inserción laboral de inmigrantes (Ceimigra), son reveladoras. Pese a lo que comúnmente pueda creerse, los españoles que cruzan las fronteras de nuestro país en busca de oportunidades laborales no son tan numerosos. «Sólo existe constancia de que un 6 por ciento de los españoles emigrados han nacido en España».

Según los datos del Instituto, entre 2009 y 2012, han aumentado los ciudadanos españoles que residen en otros países en más de 345.000 personas. Pero el 87,4 por ciento de ese incremento se debe a inmigrantes que han conseguido la nacionalidad y que ahora retornan al país donde nacieron. Esto se traduce en unas 300.000 personas, un número todavía bajo en comparación con la población extranjera total.

La cifra de nacidos en España que reside en el extranjero ha crecido entre 2009 y 2012 en 20.645 personas. El saldo migratorio de españoles muestra una salida neta de 52.333 ciudadanos, pero no distingue entre aquellos que han nacido en España y los que han obtenido la nacionalidad.

Aunque sea todavía pequeña, sí existe la emigración de españoles, preocupante sobre todo porque se trata de las personas mejor formadas. Tal y como explicó uno de los autores del informe, Josep Buades, sí se está produciendo la denominada «fuga de cerebros».

Por otra parte, explicó que la crisis también ha paralizado la entrada de inmigrantes en nuestro país. Hecho que, unido a la caída de los nacimientos, agrava la sostenibilidad de la sociedad, puesto que la población envejece a ritmo acelerado.