Tensiones de ficción

Ha llegado el momento de poner blanco sobre negro la reedición del «Pacto del Botànic» entre PSPV, Compromís y Podemos para configurar el reparto de las Conselleries y demás estructura pública, con el aliciente de que el partido del President está en mejores condiciones que hace cuatro años al distanciarse en votos respecto a sus otros dos socios. Si Compromís está mas flojo ¡qué decir de Podemos marcha atrás y cuesta abajo!. Aún así, ninguno de los dos evitan la tentación de tensionar -todos sabemos que innecesaria e inútilmente- las negociaciones a ver si ponen de los nervios al equipo de Ximo Puig.

Las preliminares han revelado como principal misterio los deseos de Mónica Oltra, gracias al silencio sepulcral exhibido hasta ahora. ¿Querrá ser algo más que vicepresidenta, continuar de portavoz del Consell para seguir cantando las excelencias del presidente y su gestión, o dedicarse desde el palacete de la Plaza de Nules a labrar un futuro político fuera de la Generalitat.

Para comenzar el diálogo en serio, el portavoz parlamentario socialista y persona de la máxima confianza de Puig, Manuel Mata, ya sacó pecho en el primer contacto de hace unos días trasladando que el escenario tras las elecciones del 28-A había mejorado para su partido. De ahí que se hace impensable aceptar la pretensión de Compromís de hacerse con la cartera de Hacienda. «Ahí no hay nada que hablar, continuará en manos socialistas». Otro frente afecta a Vicent Marzà ¿saldrá reforzado como quiere un sector de la coalición o debilitado como proyecta otro?.

En lo que no llegará la sangre al río es en dar dos poltronas gubernamentales a Podemos si es imprescindible para el pacto. Si hay que ampliar, se amplía. Así es la vida.